Actividad científica en el Lago Llanquihue

Marcos Godoy, investigador del Laboratorio de Biotecnología de la U. San Sebastián explica parte del trabajo a realizar en el Lago Llanquihue que busca conocer el estado de salud del cuerpo de agua.

 

El compromiso decidido de la Universidad San Sebastián por contribuir al entorno se reflejará en el trabajo que estará a cargo del Laboratorio de Biotecnología Aplicada dirigido por el investigador Marcos Godoy, con la finalidad de detectar los problemas que afectan al Lago Llanquihue.

Al respecto, Godoy reflexiona que “el espacio lacustre es un territorio singular, frágil y trascendente. Es un gran ecosistema, acotado y complejo; un lugar preciso en un territorio bivalente -agua y tierra- donde confluyen distintos usos y actividades a diferentes escalas temporales y territoriales sociales, urbanas, políticas, administrativas, económicas y de conservación. En este contexto, la ciencia aplicada contribuye a la sustentabilidad de este ecosistema, aportando con información obtenida a través del método científico que mantenga a la comunidad informada y permita el desarrollo de políticas integrales de planificación sectorial”.

El investigador añade que “es necesario tener una visión integral de todas las dimensiones de Lago Llanquihue para promover su uso sustentable. En este sentido, se deben entender y valorar las dimensiones ecológicas, económicas, organizacionales, entre otras, con el fin de abordar aspectos prioritarios para la sustentabilidad del ecosistema. La coordinación de los diferentes actores público-privados son clave para desarrollar aspectos relacionados con conservación de flora y fauna, mantención del ecosistema y desarrollo de actividades como el turismo”, apunta.

Para Sandra Moreno, consultora ambiental y directora del Programa Advance USS, dentro de los problemas de contaminación que se deben controlar en el cuerpo de agua “es necesario analizar la contaminación patógena que puede ocasionar enfermedades y la contaminación orgánica que afecta directamente la seguridad alimentaria de la zona. Por eso se requiere llevar un análisis acabado de las actividades humanas que lo están afectando, como la descarga de aguas servidas sin tratamiento, descarga de RILES, los efectos de visitantes y de los asentamientos humanos que cada día proliferan más en la zona, donde tanto el tratamiento de aguas servidas como de basuras puede ser insuficiente, así como la presencia de hidrocarburos emitidos por embarcaciones, las condiciones de pesca tanto industrial como de entretenimiento, entre otros”, concluye.

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