La agencia acreditadora alemana AQAS reconoció con seis años el nivel de formación entregado por el plantel creado hace casi tres décadas en la ciudad de Concepción.
Hace un par de semanas, la Universidad San Sebastián (USS) fue informada de que luego de un proceso de acreditación internacional realizado con la agencia de acreditación Agency for Quality Assurance (AQAS), iniciado a fines de 2017, obtuvo una certificación por seis años -único estándar entregado por la agencia- convirtiéndola en una pionera a nivel del sistema educativo nacional.
Carlos Williamson, rector del plantel fundado en Concepción hace 29 años y que cuenta con doce mil alumnos en la zona, valoró el reconocimiento, ya que da cuenta de la existencia de un sistema de aseguramiento de la calidad dentro del plantel.
“Más que señalar niveles, se califica si la universidad está bien dotada como para pensar que el tema de la calidad está incorporada en sus procesos de formación y luego si este sistema se puede asegurar de que la calidad estará incorporada en el proceso formativo”, dice en diálogo con diario El Sur de Concepción.
– ¿Por qué se decide realizar este proceso de acreditación internacional que no es obligatorio hoy en el sistema chileno?
– Primero quisimos ir a una agencia internacional, pese a que se hacen siempre en el marco de la ley a través de la CNA. Buscamos una entidad de prestigio europea para tener una mirada internacional respecto a la calidad de nuestros procesos de formación de pregrado. Además el modelo europeo se adapta más a lo que tenemos en Chile y Sudamérica.
– ¿Qué representa para la USS conseguir esta acreditación?
– El resultado nos da una tremenda confianza, ya que es una certificación de que nuestros procesos internos se llevan correctamente. Por ejemplo, el sistema de aprobación y seguimiento de programas, procesos de enseñanza de aprendizaje y mejoramiento, el egreso y la empleabilidad. Entrevistaron a prácticamente 200 personas de las cuatro sedes, y quedaron muy sorprendidos, incluso destacando procesos internos para poder llevarlos a Europa.
– ¿Esta acreditación internacional contrarresta la sensación de que los estándares de calidad en Chile no son los suficientemente buenos o reconocidos?
– Lo pondría en dos planos. Uno tiene que ver con que el sistema de acreditación que tenemos cuenta con características que lo hacen razonablemente aceptable según cánones internacionales; no estamos alejados de otros sistemas internacionales, e incluso hemos incorporado otras propuestas. No podemos juzgar la incapacidad del sistema, al ir acreditando niveles. Ha sido bueno, y que la ley de acreditación se instalara hace 18 años fue importante. Pero también es clave que el sistema se vaya perfeccionando, y la nueva ley contempla un aspecto clave que es que la agencia pública cuente con personas sin conflicto de interés, y hoy eso no ocurre. El sistema ha funcionado bien, incluso cuando uno compara los niveles de acreditación con los rankings existen pocas diferencias.
– ¿Y el segundo plano?
-Hay algo que no está incorporado en nuestro sistema y debemos mirar a nivel internacional, que es que la acreditación internacional se pueda ocupar en los procesos a nivel nacional: No existe la posibilidad de que una agencia de calidad extranjera para una carrera no es válida acá, cuando normalmente las distancias entre las agencias de carreras de Chile y el extranjero son muy dispares. El hecho de no poder incorporar las acreditaciones internacionales en carreras e institucionalmente deber corregido e incorporado en el futuro.
– Hace algunas semanas, el Mineduc informó que se realizarán cambios a la puesta en marcha del sistema de aseguramiento de la calidad en Educación Superior, por medio de una “ley corta”. ¿De qué forma califica usted el anuncio realizado por el Ejecutivo?
– Yo creo que se abre una oportunidad, pero todos sabemos cómo es el debate político cuando se abre una veta de análisis y vamos al Congreso a tramitar una ley corta, que debiese focalizarse en algo que no es capaz de cumplir el sistema, que es instalar el nuevo sistema de acreditación en 2019. La ley dice algo en serio, que el sistema de acreditación institucional incluirá la acreditación de carreras seleccionadas aleatoriamente, por lo que tendremos una doble acreditación, y antes esto no era así. Se abre la posibilidad de ver cómo incorporar las acreditaciones internacionales en el sistema, pero me temo que lo más urgente hoy es que se posterguen los plazos para que la entrada de vigencia de la ley se haga de forma razonable, con un aterrizaje tranquilo y no forzoso.
– ¿Cómo evalúa usted el desempeño que el Ejecutivo ha tenido frente a la puesta en marcha de la Reforma Educacional?
– La reforma le resulta incómoda a todo el mundo, las universidades, e incluso el Ejecutivo se opuso cuando era oposición. Eso explica la prudencia para avanzar más lento e ir viendo cada punto que se debe implementar. El gobierno heredó algo importante, que es que las universidades puedan desarrollarse con autonomía, tema en tela de juicio por atribuciones que asume la autoridad en temas fundamentales, como el rol de la Superintendencia de Educación Superior. La garantía es que han dicho que dentro del marco legal buscarán que no exista una actitud invasiva, sino que permisiva en temas de la nueva institucionalidad.
– ¿Se ha manejado con criterio pensando que los tiempos de implementación se acercan?
– Me parece razonable el desempeño, pero debemos reconocer que los plazos comienzan a llegar, y de parte de las universidades hay incertidumbre, ya que si la ley se pone en marcha en uno o dos meses más hay que tener claridad. Como instituciones debemos pensar en contar con la tranquilidad de que existan plazos para la puesta en marcha de los reglamentos.
– ¿De qué forma la agencia evaluadora calificó el trabajo de la sede Concepción de la USS?
– Tuvo buena recepción de los evaluadores, pese a que existieron algunas observaciones sobre todo en el entorno como influye al desarrollo, el equilibrio entre las sedes y las necesidades de que se abra al mundo. El haber ido a una institución internacional a acreditarnos es un signo de madurez institucional, pero debemos verlo en acciones concretas avanzando en la internacionalización, y en eso mismo el tema del inglés.
– ¿Coincide con el perfil que quieren darle a la sede, considerando que es fundacional para la USS?
-Para nosotros es una sede emblemática, no solo por lo fundacional, sino porque en la zona se presentan una serie de oportunidades de desarrollo productivo, por lo que la Universidad debe tener celo de presencia en estas instancias, ya que queremos avanzar en postgrado e investigación, con proyectos que nos hemos ganado. Esta sede debe avanzar con el desarrollo de la USS, y así lo mencionó la agencia evaluadora.
Vea la entrevista en Diario El Sur