El kinesiólogo Matías Henríquez, docente investigador de la Escuela de Kinesiología de la Universidad San Sebastián (USS), participó en un curso internacional sobre la inclusión de personas con discapacidad, organizado por la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA). El evento reunió a profesionales de todo el mundo para capacitarlos en el desarrollo de proyectos que promuevan la inclusión a través de la actividad física y el deporte adaptado.
El académico postuló al curso con un proyecto presentado a través de la organización “movimiento inclusivo” y el Instituto Nacional de Rehabilitación Pedro Aguirre Cerda, campo clínico que tiene convenio con la USS en el área de Kinesiología, el cual colabora estrechamente con JICA. “De hecho, hace aproximadamente 30 años, Japón introdujo en Chile el modelo de Rehabilitación Basada en la Comunidad (RBC), y el hospital fue el encargado de implementar esa estrategia. Desde entonces, el hospital ha seguido colaborando, especialmente en temas relacionados con la actividad física y el deporte adaptado como medios para favorecer la rehabilitación y la inclusión social de personas con discapacidad”, señaló Henríquez.
EL proyecto presentado por el académico busca fomentar la participación de personas con discapacidad en actividades deportivas en Chile, trabajando en conjunto con la USS y un club deportivo especializado. “El curso tiene como objetivo capacitar a profesionales para desarrollar proyectos que impulsen la participación de personas con discapacidad en actividades físicas y deportivas”, explicó. Con el apoyo de la USS y otras instituciones colaboradoras, este proyecto podría marcar un precedente en la formación de kinesiólogos especializados en deporte adaptado y en la creación de espacios inclusivos en Chile.
Uno de sus objetivos a largo plazo es capacitar a futuros kinesiólogos para que apliquen estas estrategias en el ámbito deportivo. “Me encantaría que en nuestra universidad incluyéramos un ramo sobre deporte adaptado en el pregrado. Somos una de las primeras instituciones en ofrecer un programa de postgrado en esta área y estamos muy bien posicionados en investigación sobre actividad física y personas con discapacidad”, destacó Henríquez.
El curso se desarrolló durante cuatro semanas. Las dos primeras semanas se realizaron en Tokio, donde los participantes recibieron clases teóricas y prácticas sobre metodologías inclusivas para la actividad física. Las dos semanas restantes se llevaron a cabo en ciudades del norte de Japón, donde el grupo pudo observar cómo el modelo japonés integra la rehabilitación y el deporte inclusivo dentro de la comunidad.
Sobre la experiencia en Japón, una de las principales impresiones del académico fue la avanzada infraestructura con la que cuentan las ciudades para la rehabilitación y el deporte adaptado. “Cada municipio tiene su propio centro deportivo para personas con discapacidad y adultos mayores, algo que me impactó mucho”, comentó, comparando esta realidad con la de Chile, que, pese a ser uno de los pocos países en América Latina con un centro Paralímpico, no cuenta con suficientes instalaciones de este nivel.