En la IV Cumbre de Trabajo Social, evento internacional es altamente valorado por sus experiencias de intervención, expuso la académica Andrea Palma.
Sobre las “Intervenciones familiares en Esquizofrenia: Una aproximación desde la literatura especializada”, expuso la docente de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la U. San Sebastián, Andrea Palma, en el marco de la IV Cumbre de Trabajo Social “La familia: Volver al origen”.
El evento internacional se llevó a cabo, del 26 al 29 de abril, y fue organizado por la OITS (Organización Internacional para el desarrollo del Trabajo Social), en la U. Finis Terrae, siendo un espacio de encuentro nacional que es altamente valorado por el cúmulo de experiencias en procesos de intervención, como principal herramienta en la difícil articulación de la teoría a la práctica.
La Cumbre de Trabajo Social se ha constituido en un escenario de encuentro, comunicación, socialización, retroalimentación, discusión y análisis en torno a dos aspectos complementarios: el quehacer cotidiano del Trabajador Social y la aguda reflexión acerca de la importancia de su influencia -como profesión- en el desarrollo de la sociedad, a partir de diferentes dimensiones y escenarios.
En este contexto, la académica presentó su trabajo” en torno a un eje central: La Familia, ligada como unidad de análisis al conjunto de transformaciones socioculturales, políticas y económicas ocurridas en el último siglo, que han debilitado el pacto tradicional que vinculaba al estado, sociedad y familia en un proyecto común”, explicó.
La esquizofrenia es una enfermedad de comienzo temprano en la vida, en hombres debuta entre los 18 y 25 años y en mujeres entre 23 y 35. Se caracteriza por la aparición de síntomas como alucinaciones auditivas, distorsiones y trastornos del pensamiento y síntomas negativos de desmotivación, negación de sí mismo y reducción de la emoción, entre otros. Posee como consecuencias el deterioro de la calidad de vida de quién la padece y de su entorno.
Palma afirmó que “en la actualidad, se considera a la familia como un recurso para el bienestar de quiénes poseen el diagnóstico y se ha observado el alto nivel de carga al que se encuentran sometidas dadas las características de la enfermedad, las interacciones familiares que se producen a propósito de la patología y la precariedad de las políticas públicas de apoyo. Por ello, es muy relevante que los trabajadores sociales posean conocimientos para intervenir en la temática”.
Por otra parte, “valoro muy positivamente mi experiencia en este evento internacional ya que me permitió, además de exponer sobre mi tema referido a intervenciones familiares en esquizofrenia, conocer experiencias de intervención e investigación actualizadas en el área de trabajo social familiar a nivel nacional e internacional”.
“Por otra parte -añadió la académica- pude apreciar la incipiente apertura que se está teniendo el trabajo social familiar para incorporar en las intervenciones elementos más cercanos a la mirada de teorías críticas que nos hacen repensar nuestras intervenciones más tradicionales”.
“Evidentemente fue un espacio de intercambio con académicos y profesionales de otras latitudes tanto de Chile como del extranjero lo que siempre abre posibilidades de intercambio como por ejemplo, invitar profesores de otras casas de estudio a compartir su trabajo con nuestros estudiantes y viceversa”, puntualizó.