La USS confía en sus estudiantes, cree en la buena fe de todos ellos, sin embargo, es parte de su labor formativa, recordar cada cierto tiempo, algunas cualidades o virtudes, que hacen posible la educación y la formación universitaria.
Quizás la palabra integridad nos suene algo abstracta y lejana, pero en términos muy sencillos tiene que ver con el esfuerzo por ser honestos, transparentes y actuar con entereza, es decir, con la coherencia de vida que tanta falta le hace a nuestra sociedad. Las personas íntegras son aquellas que son verdaderamente una, pues todas sus dimensiones son conocidas y están equilibradas, por ello no tienen dobleces y son hacia afuera como son hacia dentro. Las personas íntegras gozan de una doble libertad: no viven inventando personajes para situarse frente a los demás ni están siempre arrepintiéndose por haber elegido mal. Simplemente se conocen, son dueños y responsables de sí mismos y se esfuerzan por vivir en coherencia. En definitiva, se trata de ser honestos con los demás y consigo mismo. En definitiva, las personas íntegras son aquellas en las que se puede confiar.
¡Cuántas veces nos quejamos amargamente de la falta de honestidad e incoherencias de políticos, empresarios, deportistas, dirigentes, compañeros, etc! Pero poco nos revisamos a nosotros mismos, conformándonos con no decir grandes mentiras o no cometer robos. Decía un gran sabio del siglo V, seamos nosotros mejores y los tiempos serán mejores, pero ¿cómo nos hacemos mejores? La persona que somos se configura muy silenciosamente cada día, en cada decisión que tomamos, en la realidad que nos corresponde. La vida de un profesor, por ejemplo, está llena de responsabilidades cotidianas que debe asumir con valentía y honestidad si de verdad quiere hacer el bien a sus estudiantes. Del mismo modo el paso por la universidad es un tiempo especialmente significativo en que los estudiantes se configuran como la persona que serán: los esfuerzos y sacrificios en el estudio, la ayuda generosa a los compañeros y compañeras, el cultivo de la alegría y la amistad propio del ambiente universitario; todo ello deja huellas que marcarán definitivamente la persona que seremos.
Mención especial merece, en este sentido, la honestidad académica. Es el período universitario en el que se puede romper con esa nefasta lógica de buscar resultados a través de cualquier medio, disfrazada bajo la excusa de que se trata de calificaciones nada más. Es esta mentalidad utilitarista la que termina en los más atroces abusos. Cada vez que un estudiante obtiene una calificación de modo ilegítimo, miente a otros y a sí mismo y se va llenando de dobleces e inquietudes; pero cada vez que se esfuerza por ser honesto, gana en coherencia y en paz interior y queda mejor dispuesto para hacer el bien. El mundo está lleno de personas individualistas dispuestas a “andar a los codazos” con todos y así hemos reducido la vida a competencia y perdido la amistad social. Por eso, más que nunca, se necesitan personas que estén dispuestas a dar testimonio con sus acciones de una mentalidad que sitúa a las personas y la verdad, por sobre la eficiencia y el engaño utilitarista.
No busquemos recetas para ser íntegros, NO HAY TIPS para ser personas honestas, se trata más bien, como lo decíamos, de una opción cotidiana por actuar bien, escuchando la propia conciencia y viviendo en coherencia. Esto exige la valentía y audacia propias de todos ustedes para hacer frente, no sólo a ciertos modelos sociales de nuestro tiempo, sino en ocasiones a los propios pares que presionarán.
Recuerda…
El año académico 2020 comenzó con una realidad desconocida para todos nosotros, como docentes y estudiantes, hemos tenido que adaptarnos a una nueva modalidad de hacer y asistir a clases. La virtualidad nos permite seguir conectados con nuestros estudiantes, y continuar con nuestra labor formativa, lo que permite que puedas conversar con tus docentes durante las clases en línea o contactarlos para hacer consultas y aclarar dudas.
Así mismo, es importante que te mantengas en contacto con tus compañeros de clases, ellos están viviendo una situación similar a la tuya, por lo que podrían ayudarse y estudiar colaborativamente.
Hemos querido compartir este documento sobre la integridad, justo después de las primeras evaluaciones e invitarte a reflexionar sobre qué tipo de persona y profesional quieres ser tú.
Te recomendamos revisar un libro relacionado con las virtudes, que encontrarás en el catálogo virtual de la biblioteca USS:
Las virtudes fundamentales Josep Pieper.
Formación Integral – Instituto de Filosofía
Universidad San Sebastián