Regalar adquiere un significado especial este año

El verdadero valor de regalar radica en entregar significados de valor que sorprenderán a quien recibe el obsequio, emociones que atesorará por mucho tiempo.

Regalar adquiere un significado especial este año

Estamos comenzando el mes más significativo para el mundo cristiano, un mes que este año, por los difíciles momentos que hemos vivido, adquirirá especial relevancia y nos dará la excusa para demostrar cariño a las personas relevantes de nuestra vida. Y la forma en que hemos aprendido a hacerlo es entregando regalos.

Francisco FloresComprar obsequios es un medio que tiene por objetivo demostrar afecto y entregar felicidad a alguien, quien con su agradecimiento o sonrisa retribuye lo recibido. Regalar representa un rito tan antiguo como el hombre, recordemos que los ritos le dan sentido al flujo rudimentario de los acontecimientos, marcando un antes y un después. En cada acto ritual intervienen bienes y servicios que engalanan, según sea su costo (no necesariamente el precio), el acontecimiento en sí.

Lo mismo ocurre en el rito de regalar, lo cual no significa obligatoriamente comprar; pero recurrimos al mercado dada la gran cantidad de oferta y rendimientos a escala que implica adquirir un producto, versus lo que representaría fabricarlo nosotros mismos. Ahí subyace en esencia el marketing.

Ahora bien, los invito a recordar los regalos más preciados que han recibido. ¿Qué se les vino a la mente? Si analizan el regalo recordado, éste posee un valor que trasciende su precio, implicando emociones, recuerdos y una multiplicidad de factores que transportan en el tiempo a quien lo recibió y aún evoca ese momento. Porque ahí radica el verdadero valor de regalar, en entregar significados de valor que sorprenderán a quien recibe el obsequio, emociones que atesorará por mucho tiempo.

Hoy más que nunca debemos destacar el simbolismo de los obsequios como señal de afecto y valores más allá del costo que tengan.

Los productos que regalamos, ya sean éstos comprados en el mercado o fabricados por nosotros mismos, son portadores de significados de valor que aproximan a quien regala a una mejor versión de sí mismo, por ello es importante destacar que en esencia quien regala obtiene más que quien recibe.

Un regalo es una manifestación de consideración, amor o afecto por alguien, en que el producto es sólo una coartada en el relato. Puede ser una costosa joya, una flor, una canción, una comida, un ejemplar de la primera edición de un libro o algo preparado por nosotros mismos, lo importante es lo que significa para quien lo recibe, quien retribuye el gesto con muestras de emoción y agradecimientos. Así, en el acto del regalar hay un intercambio infinito de significados entre ambas partes.

La invitación es a desmaterializar el significado de regalar y centrarnos en los sentimientos que rodean el acto. Aunque, por cierto, comprar artículos no tiene nada de malo, hoy más que nunca debemos destacar el simbolismo de los obsequios como señal de afecto y valores más allá del costo que tengan.

Este año, en que debemos tomar tantos resguardos para no contagiarnos, el acto de regalar debe adquirir otras formas. Imposibilitados de acudir a centros comerciales o limitados en recursos debido a la crisis económica que ha golpeado con tanta fuerza a algunas familias, transformemos la entrega de obsequios en momentos compartidos. Una llamada a aquella persona que no vemos hace tanto tiempo, una carta escrita a nuestros hijos en papel como en los viejos tiempos o algo fabricado con nuestras manos le darán un significado especial a esta Navidad. Una Pascua en que, con el nacimiento del Niño Jesús, esperamos el surgimiento de la esperanza de mejores tiempos.

Francisco Flores Soto
Vicerrector Sede Concepción
Universidad San Sebastián

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