Microplásticos y contaminantes persistentes amenazan la salud humana y el medio ambiente

Las investigaciones sobre microplásticos de la Dra. Karla Pozo Gallardo, académica de la Facultad de Ingeniería y Tecnología, busca enfrentar los desafíos de la llamada “Era del Plástico” y otras sustancias químicas emergentes que ponen en riesgo la salud humana, animal y de los ecosistemas.

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Los Contaminantes Orgánicos Persistentes (COP), son sustancias químicas tóxicas que se acumulan y dañan el medio ambiente, incluyendo plaguicidas y químicos industriales. Además de causar diversos efectos nocivos en la salud de seres humanos y animales, se caracterizan por su capacidad de transportarse a grandes distancias.

Durante la última década, la Dra. Karla Pozo, investigadora de la Facultad de Ingeniería y Tecnología, de la USS, sede Concepción, ha estudiado las bahías cercanas a la costa en la Región del Biobío con el fin de entender el ciclo de estos productos químicos: su presencia, distribución, transporte y  destino a lo largo de Chile.

“Esto se ha logrado gracias a tres proyectos Fondecyt entre 2013 y 2021, y un grupo de investigación con una sólida experiencia en el campo de las ciencias de la tierra, química ambiental, ingeniería aplicada, remote sensing y modelación matemática”, señala la Dra. Pozo.

Ubicuidad del plástico

Karla Pozo USSEn primera instancia, la investigación se centró en determinar el rol de la Bahía de Concepción en la distribución de COPs en Chile Central, para luego analizar su presencia, además de otros contaminantes emergentes como los microplásticos en la cadena alimenticia. De esta forma, se demostró la presencia de microplásticos en organismos y peces de importancia comercial de la zona central, junto con diferentes patrones de acumulación y cantidad de residuos plásticos en las costas de la VIII Región.

Un punto importante fue el hallazgo de residuos de retardantes de llama y pesticidas clorados adsorbidos en restos de plástico en la costa central, incluyendo el componente principal de la mezcla comercial “DecaPBDEs”, actualmente prohibida en el Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes, firmado por Chile en 2003 y ratificado en 2005.

Para afrontar la llamada “Era del Plástico” -cuyos micro restos se encuentran hasta en el aire del monte Everest- y las sustancias emergentes, esta línea de investigación enfrenta nuevos desafíos como “identificar la fuente de los desechos plásticos y los productos químicos asociados que hemos hallado en las zonas costeras del centro de Chile”, dice la Dra. Pozo.

El proyecto Fondecyt Regular 1211931,“Land-ocean export of plastic-waste and chemicals: the role of rivers and nearshore bays in Central Chile”, cuantificará el intercambio de residuos plásticos y sustancias químicas entre la cuenca del río Biobío y la zona costera de la Región del Biobío.

Colaboración y desafíos

La Dra. Pozo mantiene una activa colaboración con investigadores del centro RECETOX de la Masaryk University (República Checa), la Universidad de Siena (Italia), la Universidad de Bordeaux (Francia), la Universidad Federal de Río de Janeiro (Brasil) y la Universidad Nacional del Sur (Argentina), entre otras.

“A nivel nacional, la preocupación por esta problemática llevó a la conformación de ‘SPLACH Network’, una red interinstitucional de más de 20 investigadores que abordan de manera multidisciplinaria el problema del plástico en nuestro territorio”, señala.

Las principales incógnitas por despejar son, por ejemplo, el impacto real de la ingesta de microplástico a lo largo de la cadena alimenticia, y el rol que tendrían los residuos plásticos como transportadores de COPs. El nuevo conocimiento generado permitirá diseñar estrategias y crear políticas para reducir estos contaminantes y sus impactos en el ambiente.

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