Crisis de biodiversidad: El futuro de la conservación de especies

La Dra. Diana Echeverry, investigadora de la sede Concepción, utiliza los avances de la biotecnología para la conservación de animales silvestres en peligro de extinción, en el contexto de una crisis mundial de biodiversidad. Entre sus principales avances destaca la aislación y caracterización de células madre de algunas especies lo que permite, por ejemplo, utilizarlas en diferentes tratamientos.  futuro_biodiversidad

Junto con el cambio climático, el mundo enfrenta una crisis de biodiversidad que en Chile se refleja, entre otras cosas, en 335 especies animales nativas bajo algún grado de amenaza y 63 en peligro crítico de extinción. “El crecimiento de la población humana, la expansión de las ciudades y la modernización, pese a sus beneficios, amenazan la delicada relación que tenemos con la naturaleza y los seres vivos”, comenta Diana Echeverry Berrio, Doctora en Ciencias Veterinarias e investigadora de la Facultad de Medicina Veterinaria.

Distintas disciplinas científicas han sumado esfuerzos para evitar la degradación de los ambientes naturales y la extinción masiva de la vida silvestre. Uno de estos enfoques interdisciplinarios es la biotecnología para la conservación de especies, línea de investigación que la Dra. Echeverry desarrolla desde los inicios de sus estudios de postgrado.

Actualmente, la académica se enfoca en indagar sobre los efectos de contaminantes como los microplásticos en aves marinas, el estado de circulación de patógenos virales y bacterianos en aves silvestres, así como aislar y criopreservar recursos genéticos de especies de interés.

En este ámbito, parte de los resultados de las investigaciones realizadas junto a colaboradores de la Universidad de Concepción, ha sido lograr aislar y caracterizar células madre de dos especies de felinos que habitan en el territorio chileno: la güiña (Leopardus guigna) y el puma (Puma concolor).

En particular, se trata de células madre mesenquimales, es decir, que tienen la capacidad de “convertirse” en distintos tipos de células. “Estos recursos pueden servir en un futuro para aplicar otras técnicas biotecnológicas que permitan la conservación de estas especies, como lo es la clonación”, señala la Dra. Echeverry. Asimismo, estas células pueden ser utilizadas para futuros tratamientos, por ejemplo, de animales en cautiverio o centros de rehabilitación.

También como recurso genético y material de investigación para proyectos futuros, fue posible aislar y criopreservar fibroblastos -células del tejido conectivo- de puma, güiña y de gato colo-colo.

Un delicado equilibrio

En torno a la biotecnología para la conservación de especies, la Dra. Echeverry también ha colaborado en proyectos liderados por académicos de la Universidad de Concepción y Universidad Austral, identificando patógenos —principalmente bacterias y parásitos— que afectan a varias especies silvestres del país. En ese contexto se ha documentado, por ejemplo, el riesgo de contraer Trichinella spiralis como consecuencia del consumo de carne de puma (que está prohibido por ley).

“Los ecosistemas son frágiles y dependen de la existencia de cada una de las especies que allí habitan”, señala la académica. La reducción de las áreas vitales de las especies, explica, genera decrecimiento poblacional y la diseminación de enfermedades desde fauna doméstica a fauna silvestre, además de facilitar la aparición de enfermedades zoonóticas (de origen animal) que pueden ser letales para el ser humano.

Frente a este desafío, la Dra. Echeverry sostiene que “lo realizado hasta el momento y las proyecciones a futuro han sido posibles gracias al trabajo colaborativo y al apoyo de colegas e investigadores senior de la Universidad San Sebastián, Universidad de Concepción y Universidad Austral, quienes compartimos el mismo interés en común por la conservación de la vida silvestre”.

WhatsApp