Matrículas en pedagogías

Lo razonable es postergar el aumento de los puntajes de admisión a pedagogías en 2020, poniendo fin a la incertidumbre que afecta a varias universidades, estudiantes y a sus familias.

Matrículas en pedagogías

Coincido con el editorial reciente de “El Mercurio” en cuanto a que en las pedagogías “el voluntarismo superó la evidencia”. La aguda caída en las matrículas, cuando la evidencia es concluyente de que a futuro se necesitarán más profesores, revela incomprensión y un serio problema de consistencia temporal de las políticas públicas.

Rector Carlos WilliamsonLa nueva ley docente aprobada en 2016 fue un paso valioso al modificar los procesos de evaluación y reconocimiento económico a los profesores. Sin embargo, no es claro que haya habido un cambio sustantivo en la valoración social, respeto y dignificación de la labor del profesor. Por otro lado, la Beca Vocación de Profesor, creada en 2011, perdió en medida importante su efecto con la gratuidad, que derivó potenciales candidatos hacia otras profesiones.

En consecuencia, las políticas públicas no han logrado revertir la tendencia hacia la baja en las matrículas, y por ello la exigencia legal de seguir subiendo los puntajes mínimos PSU —para 2020 se fijó en 525—, aunque bien intencionada, dejará sobre dos mil estudiantes sin poder ser seleccionados el próximo año, lo que acentuará esta trayectoria descendente. Una proporción se concentrará en regiones y afectará, en especial, a sectores rurales, donde es más difícil atraer estudiantes a las pedagogías y más urgente atender las necesidades de educación.

Nadie duda de que debemos buscar más calidad. Desde luego, hay una evaluación de la excelencia académica en la formación de los estudiantes de pedagogía, que fija pruebas diagnósticas al inicio y término del ciclo formativo, y luego del egreso, si el docente no logra avanzar en su carrera desde el tramo temprano al avanzado, sale del sistema. Es decir, hay controles de mérito ya instalados, por lo cual no parece ni estrictamente necesario, ni prudente, añadir, por ahora, un nuevo freno en el acceso.

El Mineduc tiene que pronunciarse al respecto, y lo razonable es postergar el aumento de los puntajes de admisión en 2020, poniendo fin a la incertidumbre que afecta a varias universidades, estudiantes y a sus familias.

Carlos Williamson
Rector
Universidad
San Sebastián

Vea la columna en El Mercurio

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