Dirección de Asuntos Estudiantiles premia a los mejores relatos de USS en 100 palabras
La primera versión de este concurso convocó a los estudiantes de la sede Santiago a relatar en microcuentos sus experiencias en la Universidad San Sebastián.
En el Campus Los Leones de Providencia se llevó a cabo la premiación de la primera versión de “USS en 100 palabras”, concurso convocado por la Dirección de Asuntos Estudiantiles con el propósito de fomentar la participación de los estudiantes en diversas actividades extra académicas que contribuyan a su formación integral.
En la ocasión Kerima Carmi, Directora de Bienestar Estudiantil agradeció la participación de los estudiantes de diversas carreras y destacó la calidad de los trabajos entregados. Por su parte, los directores DAE de los Campus Bellavista y Los Leones de Providencia, Monserrat Larrosa y Julio Rivera, respectivamente, entregaron reconocimientos a los 10 finalistas y los instaron a continuar participando de las diversas instancias propuestas para ellos y vivir el espíritu sebastiano.
Los ganadores de la primera versión de USS en 100 palabras fueron: Camila Cuevas de 2º año de Medicina, quien obtuvo el primer lugar con su cuento “Cleptómana”; Alexandra Poblete de 4º año de Pedagogía en Educación Diferencial, quien logró el segundo premio con el trabajo “Y solo queda uno…”; y Manuel Concha, también de Medicina, quien se llevó el tercer lugar con el relato “Diario de un impuntual”.
Los microcuentos de los ganadores:
Cleptómana
Se consideraba una experta en robos, llevaba años perfeccionando sus tácticas.
Esperaba el momento indicado para actuar, a una pareja distraída que caminara por un pasillo o a un grupo de amigos haciendo fila en el casino.
Llegado el momento, escuchaba y cuando encontraba una palabra nueva y poco común, la robaba.
Le gustaba lo culta que sonaba al comentar lo hedonistas que eran sus compañeros o sobre la migración de selenitas que estaba afectando al país.
Y solo queda uno…
Cuando uno se enfrenta a la discapacidad se plantea muchas preguntas, sobre todo cuando se trata del futuro: ¿Qué haré?, ¿Podré estudiar?, ¿Lograré algo en mi vida?, ¿Soy feliz?
Estas son algunas de tantas interrogantes que han pasado por mi mente, pero que gracias a mi propio esfuerzo y el apoyo que he recibido durante estos tres años en la USS he logrado contestar.
Tres años llenos de responsabilidades, alegrías y tristezas. Tres años en que las docentes han entregado todo por mí. Tres años en que lo más importante es ser una profesional. Tres años y solo queda uno.
Diario de un impuntual
Estaba yo, en la esquina de Los Leones con Lota, a dos minutos de llegar tarde, de repetir el ramo. El tiempo, fiel enemigo me atacaba otra vez; era como si todo conspirara para que nuevamente fracasara. Estaba perdiendo, perdiendo ese minuto extra para correr, ese segundo determinante, esa pregunta, esa alternativa. El semáforo cambió de color, de ese maldito rojo, cambió al verde. Corrí, corrí como nunca, como si se tratara de vida o muerte, porque exactamente eso era. Llegué, llegué exhausto, sólo me senté y me di cuenta que era tarde, muy tarde, la prueba era ayer.