Apolonides Fernández: Una vida dedicada a la enseñanza  

Cirujano dentista, académico por más de 40 años, Apolonides Fernández, ha sido formador de múltiples generaciones de odontólogos y especialistas en endodoncia en el país. A sus 89 años ha sobrevivido al COVID-19 y a un infarto al miocardio. Apolonides Fernández-una-vida-dedicada-a-la-enseñanza  

Querido y respetado por sus pares, así como por sus estudiantes, el profesor Apolonides Fernández Bravo, “Polito” como lo conocen todos, dice que su desafío es transmitir su vasto conocimiento a las nuevas generaciones. Académico de Odontología de la Universidad San Sebastián desde 2001, es director de varios postgrados, como el Diplomado en Endodoncias Molares, que comienza el próximo 14 de noviembre.

Este profesor de 89 años, nacido en Concepción en 1933 y titulado de cirujano dentista en la Universidad de Chile en 1958, ha estado algo más de seis décadas dedicado a la Odontología, primero como dentista y luego formando a múltiples generaciones de odontólogos y especialistas en endodoncia en el país.

Tiene tres hijos, Jorge, Pola y Claudia (dentista y endodoncista igual que su padre), a quienes educó con disciplina. “No fui tan duro, pero les rayé la cancha. Cuando las niñas iban a fiestas yo les decía que la cosa era hasta las 2 de la mañana y era hasta las 2 de la mañana”

-¿Ha sido severo para enseñar?

-No, para nada. Yo trato a los chicos con cariño, como si fueran mis hijos. Me gusta enseñar. Y eso implica repetir una y mil veces, tener mucha paciencia, respetar. Al hacer lo que a uno le gusta, cambia todo. Y a mí me gusta que aprendan.

-¿Por eso cree que es tan querido?

-Yo pienso que sí. Es que me interesa mucho que el estudiante se quede con los conocimientos que yo tengo. He estudiado harto y no quiero que eso se pierda.

-El año 2020, usted se enfermó de COVID-19. ¿La enfermedad marcó mucho su vida?

-Sí, un poco. Quedé con algunas secuelas, por ejemplo, me cuesta hablar y a veces me desestabilizo al caminar. Lo que más me afecta es no poder tocar muy bien el piano: tocaba bien, y ahora toco pésimo.

Retiro y homenaje

-¿Pensó en que no lograría vencer a la enfermedad?

– Sí. Pero siento que estar enfermo es algo natural… les había dicho a mis hijas que, por favor, ante cualquier situación, no me intubaran, que quería morir con dignidad. Pero después supe que ellas lo iban a hacer de todos modos. Gracias a Dios en el Sanatorio Alemán, donde estuve interno, me pusieron oxígeno en bigotera nomás. Y ¿sabe qué pasó? A la semana me dio un infarto al miocardio. En el Sanatorio me decían “¡le quedamos gustando, que vuelve tanto!”.

-¿Y ha pensado en dejar de hacer clases?

-Lo he pensado ahora último. Pienso que el 2023 voy a trabajar la mitad. Y así… ¡Hay que dejar que vengan otras personas, pues! Además, me gusta hacer mis cosas también (eso involucra la jardinería y los asados).

Dada la trayectoria de Apolonides Fernández, la Facultad de Odontología y Ciencias de la Rehabilitación, a través de su decano, Sergio Castro, entregó un reconocimiento al profesional, en el marco de la jornada: “Más allá de la Odontología” (en la Sede Concepción). En la oportunidad, acompañado de su mujer, Nora Rocca, con quien está casado desde 1967, indicó a la audiencia: “Ustedes están empezando sus vidas… Mi vida fue plena, completa, y estoy muy satisfecho de todo”.

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