La inyección de 750 millones de dólares al Mepco permitirá que la bencina y el diésel no suban más de 6 pesos por litro cada semana en lo que resta de 2022. Académico USS analiza el impacto de la medida.

El Senado aprobó por unanimidad el proyecto que modifica el Mecanismo de Estabilización de Precios de los Combustibles (Mepco), el que aumentará de 750 a 1.500 millones de dólares. La medida busca amortiguar el alza de la bencina y el diésel registrada producto de la guerra en Ucrania, que trajo consigo un considerable incremento en el precio internacional del petróleo.
De esta manera, si el barril de crudo fluctúa alrededor de los 120 dólares, estos recursos permitirían contar con esta subvención el resto del año y, así, las alzas en el valor de las gasolinas no sobrepasarían los $6 pesos semanales por litro.
Esta es la segunda inyección extra que recibe el MEPCO en 2022. Para Esteban Carrasco, director de la Escuela de Ingeniería Comercial de la Universidad San Sebastián, “los mecanismos de estabilización no pueden durar eternamente. Tienen un período de eficacia que no es muy largo y tarde o temprano al Estado le pesa tener que poner montos extras al fondo, pues estos ya no estarían disponibles para áreas tan sensibles para la población como salud, infraestructura y educación”.
El valor del petróleo se fija en los mercados internacionales. Por eso conflictos como la guerra en Ucrania impactan directamente en él y, por consiguiente, en lo que pagan los consumidores por las gasolinas. Esteban Carrasco explica que para que se registrara un descenso en su precio uno de los escenarios sería que la oferta en el mundo aumentara de forma tal de poder abastecer la demanda actual, pero lo ve complejo en este momento.
“Muchos países están cercanos a su límite de operación. Algunos han declarado que dejarán de comprar a Rusia, un actor relevante en el mercado; y los miembros de la OPEP (Organización de Países Exportadores de Petróleo) no han modificado su plan de producción. A lo anterior se suma la incertidumbre provocada por el conflicto, que ha generado que muchos agentes económicos adelanten sus compras para tener stock en caso de existir un corte del suministro”, detalla.
La otra alternativa que indica el experto USS es que la demanda por petróleo disminuyera a nivel mundial. “A corto plazo esto no parece factible, sin embargo, si el contexto internacional provocara una disminución de la actividad económica, esto llevaría a una disminución de la demanda, pero es un efecto que solo es posible ver a mediado plazo”, agrega.