
La convivencia escolar en Chile constituye un pilar fundamental para el desarrollo integral de los estudiantes. Los ambientes de respeto, inclusión y colaboración promueven el bienestar emocional y social dentro de las comunidades educativas, fortaleciendo valores como la empatía y la tolerancia. En este contexto, la Universidad San Sebastián ha desarrollado diversas iniciativas para promover buenos ambientes estudiantiles.
Una de ellas es el Proyecto Colaborativo de Vinculación con el Medio (VcM) “Mejor convivencia, mejor para mí”, que tiene como objetivo generar herramientas en los escolares del Liceo Comercial Sergio Moraga Arcil, de Talcahuano, asociadas a la autogestión emocional y cuidados, para así disminuir los eventos de convivencia escolar dentro del establecimiento.
“A principios de este año, el Liceo Comercial fue reconocido como la institución educativa dependiente de la Municipalidad de Talcahuano con menos episodios de convivencia escolar, debido a sus antecedentes en 2024”, explica Cecilia Tello, académica de la carrera de Tecnología Médica y líder de la iniciativa.
La docente detalla que en este proyecto, equipos de Tecnología Médica —con menciones en Morfofisiopatología y Citodiagnóstico y Laboratorio Clínico, Hematología y Banco de Sangre— realizan actividades educativas sobre salud reproductiva, mientras que los estudiantes de Química y Farmacia abordan temas relacionados con las consecuencias del consumo de sustancias ilícitas.
Paralelamente, Administración de Empresas Advance y Contador Auditor Online promueven la responsabilidad financiera en los jóvenes, a la vez que los estudiantes de Medicina contribuyen con talleres sobre autoestima y autopercepción, además de participar en acciones de prevención del suicidio.
En 2025, se sumaron a este proyecto que tributa al Programa Territorial Hito “Más Comunidad”, de VcM, los estudiantes de Ingeniería Civil Informática, quienes promoverán el uso responsable de las redes sociales, junto con los de Nutrición y Dietética, que abordarán temáticas vinculadas a los trastornos de la conducta alimentaria.
Catalina Luengo, estudiante de Tecnología Médica, señala que “esta iniciativa me ayudó para conocer la realidad de las problemáticas actuales que sufren los colegios y adolescentes, y cómo nosotros, como estudiantes del área de la Salud, podemos contribuir; además de fomentar la empatía hacia quienes podrían ser nuestros futuros pacientes”.
Aline Correa, integrante de la Unidad Psicosocial del Liceo Comercial, destaca que “desde que nos incorporamos a este proyecto hemos sentido el apoyo del equipo de trabajo, quienes se han adecuado a las características de nuestro establecimiento, facilitando su tiempo y espacio con el fin de cumplir los objetivos en base a las necesidades que presenta nuestra comunidad educativa”.
En la sede De la Patagonia, el Proyecto Colaborativo “Buen trato y salud en escolares”, adscrito al Programa Territorial Hito “Más Salud Más Cerca”, tiene como objetivo promover el bienestar integral y buen trato de los escolares de diversos establecimientos.
Karina Osorio, académica de Enfermería y líder de la propuesta, detalla que el proyecto contempla:
En esta línea, durante el primer semestre estudiantes de Enfermería realizaron talleres relacionados con el buen trato en escolares de enseñanza básica, e incluso, con asistentes de educación de los establecimientos. Equipos de Psicología, por su parte, trabajaron en el desarrollo de habilidades de regulación emocional para mejorar la convivencia escolar.
Durante el segundo semestre, están interviniendo Nutrición y Dietética, Obstetricia y Enfermería, realizando evaluaciones de salud general y nutricionales, tras las cuales se implementarán distintos talleres que aborden las necesidades detectadas por parte de las tres carreras.
Vanessa Ugarte, directora del Programa de Reparación de Maltrato de la Ciudad del Niño de Puerto Varas, indica que “el trabajo colaborativo que se ha desarrollado con la USS ha impactado de manera positiva a nuestro espacio, en donde podemos acercar futuros profesionales a nuestro programa interventor, y ayudan a nuestros niños a tener un recurso a su alcance”.
Osorio concluye que “dentro del impacto directo se espera observar una mejora del clima escolar y del buen trato, como reducción de conflictos, mayor convivencia respetuosa y disminución de conductas agresivas; incremento en conocimientos y habilidades socioemocionales de estudiante y por último, detección de factores de riesgo de salud física, mental y afectiva”.