Vivienda: Desafío que plantea el crecimiento poblacional

Académicas de la Escuela de Arquitectura entregan sus visiones sobre cómo deben convivir armónicamente el desarrollo urbano, el aumento de la población y el medio ambiente, en un país que crece en demanda por vivienda. USS propone alternativas a través de proyectos de Vinculación con el Medio.

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Más de 21 millones de habitantes tendrá Chile al 2035, según estimaciones del Instituto Nacional de Estadísticas (INE). Los mismos indicadores apuntan que la población urbana del país aumentaría su proporción, pasando de 86,3% a 89,1% en 28 años y se proyecta que seis de las 16 regiones del país superarán el millón de habitantes.

 Esto, sumado al sostenido aumento en la expectativa de vida y la llegada de población migrante, representará, sin duda, un complejo panorama en materia de vivienda, habitabilidad y terrenos para la instalación de barrios y poblaciones.

 “Hoy, más de 2 millones de personas viven sin acceso a la vivienda digna. Es decir, 640 mil hogares sin un territorio donde situarse. Es en este contexto donde vemos cómo han proliferado los asentamientos irregulares o “campamentos” en tomas de terrenos muchas veces con valor patrimonial, ya sea natural, histórico o simplemente un patrimonio olvidado para una comunidad, plantea la académica de Vinculación con el Medio (VcM) de la Escuela de Arquitectura, Loreto Figueroa.

 La planificación urbana integral, gestionada de manera sostenible no tendría por qué transformarse en un crecimiento urbano “invasivo”. “La clave es considerar diversos actores en el proceso, teniendo como premisa el bien común y la condición humana de las ciudades. Es importante fomentar la participación ciudadana y compromiso tanto de actores públicos como privados, respetando y dialogando por las mejores soluciones”, agrega Anita Jara, también académica VcM de la Escuela de Arquitectura.

 Cuidado de los espacios

Loreto Figueroa advierte que un crecimiento urbano desmedido y sin una planificación influye también sobre el espacio público. “Es la mala gestión de las distintas gobernanzas en el territorio, el mal uso o simplemente la falta de instrumentos de planificación, los que transforman el crecimiento urbano en proceso de carácter negativo y caótico”.

 Precisamente el resguardo de este tipo de espacios es una de las máximas de la Escuela de Arquitectura de la USS. Un ejemplo de aquello es el Proyecto Colaborativo Plazas de Barrio, estrategias urbanas de intervención del espacio público de carácter patrimonial – Etapas 1, 3 y 4 Proyecto REVIVE Providencia, a través del cual estudiantes desarrollaron diversas propuestas de diseño urbano para intervenir tres plazas en el tradicional barrio Vaticano Chico, en la comuna de Providencia, en Santiago.

 El proyecto busca crear espacios de encuentro sustentables, seguros y familiares y las propuestas fueron desarrolladas en el Taller de Práctica, bajo convenio marco con Providencia y el Programa REVIVE, que es financiado por la Subsecretaría de Desarrollo Regional, Subdere.

La propuesta –en una primera etapa– busca “intervenir tres plazas del sector, priorizando el uso de terrazas y el encuentro con la comunidad, además de incorporar el paisajismo sustentable y reforzar la arborización existente; incorporación de mobiliario urbano, pintura, jardineras, segregadores y otros elementos usuales del “urbanismo táctico” o “placemaking”, que buscan crear espacios de encuentros sustentables y seguros, redefiniendo los accesos y salidas desde y hacia el barrio, resignificando su identidad”, detalla Figueroa.

 Nuevos materiales

Otro de los aspectos sensibles en materia de vivienda, dice relación con el impacto ambiental que supone el crecimiento poblacional. No da lo mismo dónde y cómo se levanten viviendas. Por eso, la elección de los materiales resulta fundamental.

 Dada esa problemática, la madera aparece como una excelente solución constructiva, aún cuando sus potencialidades no han sido del todo exploradas en el país. La arquitecta Anita Jara explica que “la madera es un muy buen material de construcción, es renovable, sustentable, con excelente comportamiento estructural y térmico. Su gran ventaja es precisamente el aspecto de la sustentabilidad, ya que es un recurso que absorbe dióxido de carbono y que en Chile es una oportunidad de desarrollo, ya que somos un país forestal, en camino a convertirse en un país maderero, donde la articulación entre la academia, empresas privadas y servicio público tiene mucho que aportar”, reflexiona la académica.

 Dadas esas condiciones, es que, en relación con la construcción de viviendas sociales, ofrece una excelente oportunidad al permitir fácilmente los procesos de prefabricación e industrialización de componentes de viviendas o viviendas completas, lo que “favorece la optimización de los recursos, disminuir los tiempos de construcción y tener obras con menos rutas críticas”, puntualiza Anita Jara.

 En esa línea, la académica, junto al taller de práctica y el académico Tomás Prado, han desarrollado una serie de proyectos cuyo principal eje es diseñar viviendas que tengan a la madera como protagonista, y que sean perfectamente aplicables en los territorios. Ejemplos: “Casa Colmena”, en Santa Bárbara; “Casa Patio”, en Antuco; o “Diseño arquitectónico proyecto casa Versátil”, en Alto Biobío.

 En Antuco el proyecto ha logrado notables resultados. Los estudiantes desarrollaron un proyecto de loteo, casa tipo y desarrollo constructivo de una vivienda social –Casa Patio– para el Comité Nuevo Amanecer, iniciativa que se desarrolla junto al Servicio de Vivienda y Urbanización, el Ministerio de Vivienda y Urbanismo, la Corporación Chilena de la Madera y las Escuelas de Arquitectura, Ingeniería Civil e Ingeniería en Energía y Sustentabilidad Ambiental.

Esta propuesta se enmarca en el Programa de Habitabilidad Rural del Minvu, que tiene como principal característica el desarrollo de un diseño de vivienda que incluye la participación de 60 familias involucradas. Se trata de una construcción en madera resuelta en un nivel, con alto estándar de habitabilidad y proyectada para construirse en sistemas industrializados. Todas las casas miran a un parque central, cuidadosamente diseñado según los requerimientos de los vecinos y cada una cuenta con estar-comedor, cocina independiente y 2 dormitorios en su modelo base. Destacan la “chiflonera” y un porche de acceso, como respuesta a las condiciones climáticas de Antuco.

 Aportes que desde la academia contribuyen con propuestas concretas a una problemática propia del crecimiento demográfico que tiene efectos globales.

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