La Vinculación con el Medio (VcM), a través del trabajo colaborativo, ha sido una herramienta poderosa que nos ha permitido, como Universidad, acercarnos a las comunidades, conocer su realidad, comprender y abordar sus necesidades reales, estableciendo un vínculo duradero. Esto ha generado cambios significativos tanto en los beneficiarios externos (organizaciones), internos (nuestros estudiantes) y en quienes, como académicos, hemos articulado estas actividades.
Estos cambios no solo ocurren en un momento determinado, sino a lo largo de todo el proceso de co-construcción de los proyectos, la aplicación de las distintas intervenciones y actividades comprometidas, y durante la retroalimentación y reflexiones finales, en un proceso bidireccional que transforma las realidades de quienes participan.
En la comunidad, el impacto de las intervenciones genera nuevo conocimiento y acceso a prestaciones que mejoran la calidad de vida de los beneficiarios. Por ejemplo, en el ámbito deportivo, se mejora el rendimiento de los deportistas y su desarrollo integral; y en salud, se otorgan herramientas de autocuidado que mejoran la calidad de vida de las personas. Estas oportunidades de desarrollo mejoran el acceso a prestaciones que de otra forma las personas no podrían adquirir, transforman la percepción que tiene la comunidad de la Universidad y fomentan el crecimiento integral de la comunidad. De esta manera, los Proyectos Colaborativos permiten a los beneficiarios participar activamente en la identificación y solución de problemas locales, empoderándolos y fomentando un sentido de pertenencia y responsabilidad.
Para nuestros estudiantes, la VcM fortalece los ámbitos disciplinares al interactuar con la comunidad y genera una comprensión más amplia de las verdaderas necesidades de la sociedad. La interacción durante los proyectos mejora el desarrollo de habilidades transversales y fortalece valores como la empatía, el trabajo bien hecho y la solidaridad. La interacción de nuestros estudiantes con la comunidad enriquece el tejido social, creando redes de apoyo y colaboración que perduran más allá de la duración de los proyectos. De esta manera, nuestros futuros profesionales se convierten en agentes de cambio que buscan el bien común por sobre sus intereses personales.
Para los académicos que lideramos estas iniciativas, la VcM se transforma en una oportunidad para acercarnos a las verdaderas necesidades y desafíos de la comunidad, articular investigaciones aplicadas que generan conocimiento útil y relevante, contribuyendo al desarrollo local y al avance de las distintas disciplinas. Esta interacción tanto con la comunidad como con nuestros estudiantes enriquece la docencia, permitiendo incorporar diversas perspectivas y experiencias en los procesos de enseñanza. Además, fomenta el desarrollo de redes y alianzas estratégicas, ampliando el impacto de nuestro trabajo y fortaleciendo el rol de la universidad como agente de cambio social.
En resumen, la VcM es fundamental para promover y provocar cambios significativos en las comunidades y en quienes participan en nuestras iniciativas. Desde la perspectiva del beneficiario, los estudiantes y los académicos, la VcM enriquece la experiencia educativa, fortalecido el tejido social y contribuye al desarrollo sostenible. Al trabajar juntos, Universidad y comunidad, podemos continuar construyendo un futuro más justo y equitativo para todos.
Edzon Riquelme Yáñez
Académico de Vinculación con el Medio
Facultad de Ciencias para el Cuidado de la Salud
Universidad San Sebastián