La probabilidad de supervivencia de una persona que ha sufrido un infarto o paro cardiaco depende de una eficaz RCP.
En cualquier momento una persona podría sufrir un infarto o paro cardiaco y el tiempo de respuesta es fundamental para salvar una vida. En este escenario, lo ideal sería que toda persona aprenda a hacer una Reanimación Cardiopulmonar.
Por esta razón, más de 90 profesionales de la salud participaron del curso de Soporte Vital Básico/ BLS impartido por tres instructores certificados por la AHA y pertenecientes al Centro de Entrenamiento Internacional de los hospitales simulados de las sedes Santiago, Concepción, Valdivia y De la Patagonia de la Universidad San Sebastián.
Una de la instructoras, Marcela Backit, aseguró que “sólo se puede lograr un buen resultado en una RCP y salvar la vida de una persona si se está adecuadamente capacitado en las compresiones torácicas y las técnicas de respiración de rescate además del adecuado uso de un desfibrilador”.
Por su parte, Carolina Sambuceti coordinadora del centro de entrenamiento internacional de la American Heart Association, asegura que el curso es la clave para salvar vidas después de un paro cardíaco y “fue actualizado para reflejar los cambios de la actualización de los aspectos destacados de las Guías de la American Heart Association. Se enseñan habilidades de soporte vital básico para un único reanimador o un equipo, aplicable tanto en los centros de salud como en entornos extrahospitalarios”.
Angélica Flores es técnico en Odontología y operadora de rayos en la Clínica Odontológica USS y dice que si bien “ya tenía conocimientos básicos de una RCP a través de esta capacitación pude aprender técnicas seguras y creo que es fundamental poder reaccionar rápidamente ante una emergencia”.
Su compañera Dayana Escobar expresó una idea similar y sostuvo que este curso “nos entrega las herramientas para poder actuar, independiente de que los protocolos consideren a otros profesionales de la salud, para prestar primeros auxilios. Además, pudimos aprender cómo funciona un Desfibrilador Externo Automático”.
Camila Parra, estudiante de tercer año de Trabajo Social de la sede Concepción, señaló que, si bien le costó aprender el ritmo, agradeció a la Universidad por promover este tipo de actividades. “Debería estar replicándose, porque muchas personas vinieron a aprender esto por cualquier caso de emergencia que tengan en el futuro”, puntualizó.