¿Cómo hacer realidad el sello sebastiano en el mundo universitario y profesional?

El respeto, el modelaje docente, las evaluaciones transversales y la forma de transmitir los valores institucionales a los estudiantes, fueron algunos de los temas en torno a los cuales reflexionaron los académicos de la Facultad de Odontología y Ciencias de la Rehabilitación en un taller sobre el sello sebastiano.

¿Cuál es el sello USS? ¿Incorporamos el sello en nuestro plan de estudios? ¿Se reconocen los valores institucionales que el proyecto educativo propone? Estas son sólo algunas de las preguntas sobre las que reflexionaron los académicos de las cuatro carreras de la Facultad de Odontología y Ciencias de la Rehabilitación durante el “Taller de Diálogo y Análisis sobre el Sello Sebastiano”.  

La actividad fue organizada por la propia facultad acogiendo las conclusiones de las jornadas previas que realizó la unidad de Formación Integral y la Dirección Académica de Formación. Su objetivo no sólo es reconocer los valores institucionales, sino también ver cómo incorporarlos a las prácticas pedagógicas y a toda la vida universitaria.

Carlos Moreira, director de la carrera de Odontología se refirió al sello de la universidad y precisó que “es una declaración de principios que está en la misión y visión institucional y es transversal a todas las áreas que la conforman, es decir, tanto para académicos y directivos como funcionarios y estudiantes. Está centrado en el desarrollo de la persona, favorece el liderazgo del bien humano y tiene su inspiración en el Humanismo Cristiano. Su objetivo es formar profesionales que sean competentes, buenos ciudadanos y personas de bien”.

Conclusiones

El director de Fonoaudiología, Alejandro Rodríguez afirmó que en el ingreso a la universidad “el estudiante debería estar rápidamente expuesto a actividades que le permitan sensibilizarse como profesionales de la salud para que se involucre con lo que realmente queremos formar a través del sello sebastiano. Desde el punto de vista docente son sumamente importantes las habilidades blandas que uno maneja para transmitir estos valores, en el manejo de conflictos y para ser un referente de los estudiantes y que sepan que se espera de ellos haciendo una bajada de lo filosófico a la vida cotidiana y al quehacer profesional”.

Por su parte, Francisca Espinosa, directora de Terapia Ocupacional planteó que el sello sebastiano no sólo debe verse plasmado en el currículum, sino que también “es sustancial que los valores institucionales tienen que vivirse en el día a día y que el estudiante se impregne de esta forma de ver el mundo, porque no se trata sólo de hacer, sino de la convicción que se debe tener. En ese sentido, estos valores, por ejemplo, se pueden demostrar a través del modelaje docente y en el trabajo en equipo”.

Salvador Lanas, director académico de Formación valoró está instancia de reflexión y diálogo y señaló que las conclusiones que se obtienen a través de estos encuentros “son clave tenerlas, porque de esa manera podemos ir abordando esos desafíos que plantearon en el taller, especialmente la necesidad de hacer una “bajada” de valores tan importantes como la búsqueda de la verdad y la práctica de la virtud. La filosofía tiene que estar en la base de todo lo que se hace y esa actividad es el reflejo de los principios que la guían e inspiran”.

 

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