¿Cómo diseñar un proyecto arquitectónico sustentable?

No existen reglas generales para referirse a un proyecto arquitectónico sustentable, pero algunas claves son el manejo responsable del concepto, la generación de una cultura sostenible, los aportes hacia el consumo energético y nuevos estándares de construcción. Académico USS entrega su visión. 

Generalmente se asocia el concepto de sustentabilidad en la construcción no sólo al cumplimiento de algunas normas, sino también al compromiso con el entorno, la eficiencia energética y el uso de materiales que tengan un mínimo impacto en el medio ambiente.

Sin embargo, no hay reglas generales y lo importante es avanzar gradualmente, incorporar elementos que tengan esta característica e ir generando una cultura sustentable, que se relacione con las costumbres, la educación, el consumo energético y nuevos estándares de construcción.

Así lo piensa, Nicolás del Río, académico de la carrera de Arquitectura de la sede De la Patagonia y Máster en Edificación Sustentable de la Universidad de Oxford Brookes, Inglaterra. Además, hace un par de años recibió el premio de la revista ED como Mejor Proyecto Arquitectónico Sustentable por el Refugio la Dacha, en Las Trancas, en la Región del Bío Bío.

¿Qué se debe considerar para que una construcción sea sostenible?

“Lo primero que hay que considerar es el entendimiento de la obra con el lugar, porque constituye la primera lectura de la sustentabilidad, pero en su sentido de realidad. Se trata de analizar la pertinencia del proyecto, y su materialidad. El contexto que es clave para desarrollar el proyecto. Después se debe trabajar con lo que se denomina diseño pasivo y que se refiere a todas las estrategias que uno realiza antes de tener que preocuparse del diseño activo. En el diseño pasivo interviene la orientación del sol, el entendimiento de las lluvias y el viento, las temperaturas mínimas y máximas, etc”.

¿Cómo fue la elaboración del proyecto Refugio la Dacha?

“Esa obra parte de ese principio, porque tiene un sistema de aislación avanzada y otro sistema de producción de temperatura a través de una estufa masiva o de cerámica. Esta combinación es lo que llamamos construcción híbrida y significa que tiene una mezcla, donde el perímetro de la obra es de alta aislación térmica y el interior tiene alta masa térmica, combinando materiales livianos como madera y sólidos como piedra o concreto”.

¿Qué papel juega la madera en sus proyectos?

“Tiene un rol protagónico, pero tampoco es el único material. La verdad es que el concreto tiene unos aportes importantes, primero desde el punto de vista de las fundaciones y segundo lo que se refiere a la masa térmica, donde la energía se puede almacenar de manera pasiva, por ejemplo, en el caso del piso o los muros de hormigón o piedra. Predomina sí, la madera porque su producción es de bajo consumo y además en algunas zonas existe mucha disponibilidad de este material”.

¿Se pueden definir atributos y condiciones de un proyecto arquitectónico sustentable?

“Es un concepto que no es fácil de dominar además es muy amplio y está un poco manoseado. Hay que ser responsable con su uso, porque una vivienda que sea 100% sustentable desde el punto de vista energético podría resultar incómoda en cuánto a la habitabilidad o de muy alto costo. Por eso, creo que se ha usado livianamente el concepto en la Arquitectura y es lo que se denomina Greenwashing, o lavado verde, eso de afirmar que todo es sustentable”.

¿Cuál es su mirada de futuro?

“Lo positivo es que las nuevas generaciones están siendo educadas en un estándar distinto a las anteriores y, por ejemplo, los colegios no solamente deben tener iniciativas sustentables o una parte de su construcción que reflejen esto, sino que sean parte del sistema educativo.  Es decir, si se invirtió en un sistema de paneles fotovoltaicos en un establecimiento educacional que estos sean visibles y que los estudiantes sepan cómo funcionan”.