Casa de Estudios en Puerto Montt participa por segundo año consecutivo de Nuevo Aire 2017, campaña que propone diálogo, debate y estrategias para el cuidado del medio ambiente.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, la contaminación del aire representa un riesgo medioambiental para las personas. Por consiguiente, cuanto más bajos sean los niveles de contaminación del aire, mejor será la salud cardiovascular y respiratoria de la población.
Considerando este escenario y, con el fin continuar apoyando iniciativas que favorezcan la disminución de los niveles de contaminación del aire en la región de Los Lagos, la Universidad San Sebastián decidió sumarse este año a la campaña Nuevo Aire 2017, impulsando actividades y poniendo a disposición de la comunidad a sus académicos de las más diversas áreas.
“Hoy tenemos que ser conscientes de que al tener una ciudad con una buena calidad del aire, tendremos también una mejor calidad de vida y por ende, un mejor entorno para desarrollar nuestras actividades. Por lo mismo, debemos mirar a largo plazo y preguntarnos qué ciudad queremos dejar a las nuevas generaciones. Estoy seguro que todos compartimos la visión de una región saludable y segura para nuestras familias”, señaló José Guillermo Leay, vicerrector de la U. San Sebastián en su Sede De la Patagonia.
Cabe destacar que la Universidad desarrolló una Jornada de Concientización sobre la Contaminación del Aire, instancia en la que participaron representantes de diversas organizaciones vecinales, además de académicos y los seremis de Medio Ambiente y Deporte, generándose un diálogo que aunó criterios para el desarrollo de iniciativas enfocadas a mejorar la calidad del aire.
De acuerdo a Juan Cristóbal Guerrero, director de la carrera de Kinesiología de la Casa de Estudios, el mal uso de la leña en los hogares constituye un agente silencioso para la proliferación de enfermedades respiratorias.
“El principal factor contaminante en nuestra región es la mala combustión de la leña, a diferencia de otras ciudades, como Santiago, donde la mayor contaminación proviene de los automóviles y/o las industrias. Por lo mismo, hay que optimizar el uso de la leña, considerando siempre que los niveles de humedad deben estar bajos. Además, el uso de leña certificada disminuirá las partículas contaminantes más peligrosas para la salud”, apuntó.
En esta misma línea, Gonzalo Gutiérrez, docente de la carrera de Arquitectura de la sede universitaria, señaló que una de las claves para disminuir los índices de contaminación del aire y, por consiguiente, contribuir a la salud de las personas está en la misma aislación de la vivienda.
En efecto, una casa o departamento mejor aislado incidirá en un menor consumo de leña y, por ende, menos contaminación. No obstante, considerando la realidad de la zona, es probable que la mejor alternativa, aunque costosa, sea la calefacción eléctrica por periodos cortos de tiempo, considerando la economía familiar.
Por lo mismo, la OMS señala que las políticas y las inversiones de apoyo a medios de transporte menos contaminantes, viviendas energéticamente eficientes, generación de electricidad y mejor gestión de residuos industriales y municipales permitirían reducir importantes fuentes de contaminación del aire en las ciudades.