Entregando una serie de mensajes a los jóvenes para su formación, el Obispo de Valdivia, Ignacio Ducasse, se reunión con los sebastianos en su última actividad en la U. San Sebastián en la capital de Los Ríos, antes de asumir el 26 de agosto como Arzobispo de Antofagasta.
“La fe tiene que estar a la altura de la profesión que desempeñemos”, fue una de las frases que profirió el actual Obispo de Valdivia a estudiantes de diferentes carreras en el Encuentro con Expertos, organizado por la Escuela de Liderazgo de la Casa de Estudios.
“Si uno es un profesional tiene que tener una fe madura, debe dar razón y poder integrar una fe cristiana, conjugar el arte o la ciencia con la fe (…) Todas estas instancias son enriquecedoras, de planificar la carrera universitaria en paralelo a elementos de la formación integral, como es el preparar a buenos líderes que ayuden a otros no sólo con el conocimiento técnico de su profesión, sino que como personas que puedan dignificar a otros”, dijo el religioso.
Igualmente, Monseñor Ignacio Ducasse, compartió su alegría por la confirmación de la visita del papa Francisco a Chile, “es noticia muy grata, es una bendición de Dios para el país y la Iglesia en general, porque la tarea fundamental del Papa en su viaje apostólico es confirmar en la fe a los miembros de la Iglesia, animarlos en la esperanza y continuar en la tarea evangelizadora”.
Para Carlos Latorre, estudiante de tercer año de la carrera de Odontología, el encuentro fue “grato. Es espectacular que nos visite alguien que ha mostrado un liderazgo transversal y que nos influye como universitario y en las áreas en que nos desenvolvemos. Me quedo con el mensaje de trabajar por y para la comunidad con vocación y sentido social, comprometidos con lo que estamos estudiando”.
En tanto, Mónica Jara, directora de la Escuela de Liderazgo USS Valdivia, agradeció el apoyo constante de la máxima autoridad de la Iglesia Católica en la zona, “agradezco el apoyo que nos ha dado y por ese trabajo, a veces silencioso, que se desconoce; el acompañamiento, la ayuda, la labor en los comedores sociales, las visitas a la cárcel, donde muchas veces la única contención es la de un sacerdote”.
“Independiente de la religión, pienso que lo que hace la diferencia es nuestra capacidad para seguir el legado del amor, de cómo somos capaces de respetar al prójimo, independiente si está de acuerdo con nosotros, y de integrar”, expresó.