Una definición de una estrategia global y ‘el apalancamiento’ de mayores recursos desde el mundo privado, fueron algunos de los planteamientos formulados en un encuentro que reunió a académicos de distintas universidades chilenas.
Un intenso debate en torno al proyecto de Ley que creó el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, se dio en el conversatorio organizado por AEQUALIS y donde participaron académicos de Educación Superior de distintas universidades del país, entre ellas la Universidad San Sebastián.
Reunidos en el Archivo Nacional en Santiago, los académicos reflexionaron sobre la importancia de contar con una Secretaría de Estado que aglutine y dé impulso a la I+D en el país, entregue conocimiento en diversas áreas y puede desarrollarse a la par que otras áreas del saber.
La cita estuvo liderada por el presidente de AEQUALIS, Iván Navarro, quien aseguró que “hasta ahora se le ha dado muy poca importancia al tema, pues no ha estado en las primeras páginas de la agenda de discusión de los últimos años”, al tiempo de comentar que hoy existe una voluntad política respecto de generar una entidad dedicada a la Ciencia y Tecnología y que AEQUALIS piensa que esta oportunidad debe aprovecharse y contribuir así a que sea una buena institucionalidad la que se está generando.
Por su parte, el vicerrector (I) de Investigación y Doctorados de la Universidad San Sebastián, Gonzalo Puentes -quien también es secretario ejecutivo de AEQUALIS– indicó que “el debate buscó ir más allá de la decisión de la creación del Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación y analizar los aspectos críticos para su implementación, donde claramente se detectan importantes complejidades para avanzar en una verdadera integración de los esfuerzos que hoy se realizan en estos ámbitos a nivel nacional, entre estas la definición de una estrategia global y el apalancamiento de mayores recursos desde el mundo privado, entre otros aspectos”.
A su vez, la vicepresidenta de la Academia Chilena de Ciencias, María Cecilia Hidalgo, comentó que fue integrante de la comisión de la Presidenta Bachelet que elaboró el proyecto y luchó para que se incluyera la innovación en la iniciativa legal, cosa que logró no obstante la oposición de algunos grupos.
Destacó que “la generación de este Ministerio es un anhelo largamente compartido por la gran mayoría de la comunidad científica, porque en Chile hemos avanzado de forma bastante inarmónica, sobretodo han corrido cursos paralelos para la generación de conocimiento y los procesos de innovación, y pensábamos que eso es importante juntarlo en una institución como un Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación, aún cuando falta un mayor análisis en cuanto a qué tipo de innovación queremos”.
Por su parte, el académico de la Facultad de Ciencia de la U. de Chile, Jorge Babul, aseguró que ha sido muy triste observar que no hay un interés real en formar una agrupación que tenga que ver con el avance del conocimiento. “En el ambiente del conocimiento es muy difícil ponerse de acuerdo para avanzar. Este es un desafío”, afirmó.
Detalló que “no veo gente con entusiasmo para llevarlo a cabo (el Ministerio), con ganas de hacer las cosas. Me falta ver un grupo de personas, entre parlamentarios y gente de gobierno, que verdaderamente tenga ganas de incorporar el conocimiento de las decisiones que nosotros tomamos. La idea es generar un Ministerio que piense hacia dónde queremos ir”.
Babul destacó que “en todos los ministerios debe haber presupuesto para ciencia, porque todos tienen que ver con algo de conocimiento e investigación. Aun así, para nuestro país y en esta etapa de desarrollo, es necesario un ministerio de este tipo”.