Ser el primer país en América Latina que erradique el trabajo infantil a mediano plazo, es la meta que se ha propuesto Chile, donde más de 200 mil niños y adolescentes trabajan.
“No al trabajo infantil, sí a la educación de calidad”, es el slogan que este 2015 marcará el Día Mundial contra el Trabajo Infantil, donde se promoverá la reflexión sobre el papel de la educación de calidad como un factor clave para acabar con esta problemática.
“Es ineludible el hecho de que si hay niños trabajando es porque existe demanda de sus servicios, es decir, habría un mercado del trabajo orientado a la actividad remunerada infantil”, explica el psicólogo de la Universidad San Sebastián, Rodrigo Venegas.
El académico de Psicología USS agrega que “la actividad laboral prematura genera profundos efectos psicológicos, sociales y físicos en el desarrollo a nivel corporal y psíquico. En lo económico, se pierden en promedio 2 años de escolaridad, lo que significará una vida en pobreza. Además, el acelerado proceso de maduración impide o limita el adecuado proceso educativo”.
Es ineludible el hecho de que si hay niños trabajando es porque existe demanda de sus servicios, es decir, habría un mercado del trabajo orientado a la actividad remunerada infantil
De acuerdo a la Organización Internacional del Trabajo, OIT, hay más de 168 millones de niños trabajadores en el mundo, que postergan su educación en favor de mejorar sus recursos económicos.
En ese sentido, el director de Trabajo Social de la Universidad San Sebastián, Fernando Fuenzalida, sostiene que “la magnitud de este fenómeno evidencia que está lejos de desaparecer y que necesita de manera urgente políticas sociales para su intervención efectiva”.
Dentro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, la Organización de Naciones Unidas se propuso asegurar que todos los niños puedan completar un ciclo de educación primaria para 2015. Sin embargo, este objetivo no se alcanzará debido, principalmente, al trabajo infantil.
En nuestro país, 229.510 niños y adolescentes están ocupados económicamente, de los cuales 94 mil tienen entre 5 a 14 años, y 135 mil entre 15 y 17 años, que, en promedio, trabajan 16 horas a la semana, de acuerdo al Servicio Nacional de Menores, SENAME.
Durante la conmemoración del Día Mundial contra el Trabajo Infantil 2014, la UNICEF llamó a poner fin a esta práctica en Chile, por lo que el Ministerio del Trabajo y Previsión Social se propuso convertir a Chile en el primer país de América Latina en erradicar el trabajo infantil, anunciando la reactivación del Comité Asesor Nacional y la creación del Observatorio Social por la Erradicación del Trabajo Infantil.
Fernando Fuenzalida, director de Trabajo Social USS, puntualiza que estas iniciativas son un avance fundamental, pero que su institucionalidad y operatividad “deben contemplar estructuras efectivas de orden jurídico y que sus anhelos estén en función de sistemas altamente calificados y coordinados para la provisión de los servicios que garanticen su cumplimiento”.
Giorgia Pagani
Prensa USS