Vicedecano de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad San Sebastián, Mario Valenzuela, aconseja mantener muy identificados los gastos fijos del hogar.
Administrar los dineros de un hogar no es tarea fácil, considerando que el presupuesto siempre es acotado y diversas eventualidades –como enfermedades u otros imprevistos– pueden afectar las finanzas familiares.
Para el vicedecano de la Facultad de Economía y Negocios de la Universidad San Sebastián, Mario Valenzuela, es fundamental “conocer muy bien las componentes que históricamente que tiene el gasto. Por ejemplo, hay componentes fijos del gasto, que se deben pagar todos los meses, como el dividendo hipotecario, el arriendo o el arancel de un colegio o de una universidad. Un descuido en este pago, podría arriesgar pérdidas patrimoniales”.
El académico explica que “existen los ingresos permanentes –que normalmente provienen de nuestro trabajo, o el arriendo de una propiedad–y otros ingresos extraordinarios, como los bonos de desempeño, o una herencia, la liquidación de un vehículo o de un depósito a plazo. Lo más importante a tener en cuenta, es que con los ingresos extraordinarios no se deben pagar los gastos recurrentes o fijos, porque en algún minuto se descuadran las finanzas. Es importante identificar los componentes fijos en nuestro gasto (como aranceles, arriendo, pensión alimenticia, etc.) y preocuparnos de que nuestros ingresos cubran estos gastos fijos”.
Hay componentes fijos del gasto, que se deben pagar todos los meses, como el dividendo hipotecario, el arriendo o el arancel de un colegio o de una universidad. Un descuido en este pago, podría arriesgar pérdidas patrimoniales.
Valenzuela subraya que junto con identificar los gastos fijos, no hay que perder de vista aquellos gastos variables que son fundamentales, como gas, luz, agua y servicios básicos, que se pagan todos los meses, pero no en cantidades fijas. “Depende del nivel de ocupación que uno les dé y de hecho, cuando uno está apremiado, los puede racionalizar y disminuir”.
Para el experto, los ingresos extraordinarios “debiesen ser ahorrados en algún tipo de instrumento financiero atractivo, como por ejemplo, fondos mutuos de renta fija, que son menos riesgosos que los de renta variable, aunque estos últimos generalmente rentan más, particularmente cuando la economía está en expansión”.
Respecto del endeudamiento, el académico de la USS explica que “normalmente lo que uno tendría que hacer, es una comparación entre el costo que significa tomar un crédito versus el retorno que me entrega una inversión. Es decir, si yo estoy endeudado a una tasa del 8% y el retorno que voy a recibir de una inversión es de un 5%, indudablemente me conviene prepagar deudas y créditos, porque el costo es más elevado, por lo tanto esto depende de cada situación. Hay que fijarse en los costos y en los retornos que entregan los ingresos y en los costos que tienen los créditos”.