No es fácil distinguir la labor del filósofo en la actualidad. Ha caído en la “trampa de la especialización”. Así lo piensa Alejandro Vigo, Doctor en Filosofía (1994) por la Universidad de Heidelberg, Licenciado en Filosofía de la Universidad de Buenos Aires, y actual académico de la Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad de los Andes.
El académico argentino participó con una charla llamada La labor del filósofo en la actualidad, organizada por el Instituto de Filosofía de la Facultad de Psicología y Humanidades de la Universidad San Sebastián, donde se refirió a lo que está sucediendo con la disciplina en el ámbito social y educativo.
“La Filosofía ha padecido un proceso radical de tecnificación y constituye una ‘trampa de la especialización’ que afecta tanto a la investigación como a la formación de estudiantes y docentes. Se necesita volver a formar de manera más integral a las personas y que apunte a restituir la cultura filosófica, porque esta disciplina desaparece”, sostuvo Vigo.
Además, indicó que las instituciones de educación superior a nivel global se podrían “auto condenar a la irrelevancia social” si deciden abandonar aquello que define su identidad nuclear y que es ser un lugar donde converge el pensamiento y el conocimiento.
Sobre lo que sucede en la Enseñanza Media, Alejandro Vigo expuso que la lucha por la Filosofía no es sólo para garantizar sus horas obligatorias y enfatizó que si esta disciplina está bien enseñada es altamente atractiva para las personas. Desde ese punto de vista, se preguntó si “se puede consentir este tipo de discusión en los colegios o se evitará en el mismo momento en que nazca”.
El académico también abordó el tema de las redes sociales y señaló que “una batalla cultural que se da en medios donde hay que escribir a lo sumo 240 caracteres (Twitter) no merece verdaderamente el nombre de cultural o es simplemente una batalla. No estamos haciendo lo mismo que en las universidades, al caer en la trampa de la homogenización en que cualquier idea se puede expresar de la misma forma en un medio restrictivo y, por ejemplo, no permite usar adverbios”.
A su juicio lo que hay que hacer es apostar por la mediación respecto de lo que se va a comunicar y privilegiar “la reflexión previa frente a la reacción instantánea, la matización frente a la falta de ello y la adverbialización ante el discurso directo”
Finalmente. Alejandro Vigo manifestó su esperanza y se declaró optimista sobre el destino de la Filosofía y precisó que “la gente quiere saber cosas porque ¿cómo va a haber ser humano y no va a existir música, ciencia, literatura, poesía, filosofía o religión?”