“Uno de los objetivos más importantes es descentralizar la atención en salud. Creemos que uno de los grandes desafíos que tenemos por delante es formar equipos multidisciplinarios, además de difundir qué es la fibrosis quística, especialmente en Chile”, dijo Valentina Orellana, directora de la Corporación de Fibrosis Quística de Chile, en el seminario “El futuro de la fibrosis quística en Chile: nuevos desafíos y grandes avances”. La actividad, en modalidad híbrida, fue convocado por la carrera de Kinesiología de la USS Concepción y la corporación.
“Reunirnos en este seminario buscó crear instancias enriquecedoras para contribuir a minimizar los síntomas de esta enfermedad. Debemos recordar que el diagnóstico y el tratamiento precoz resultan fundamentales a la hora de tratar la fibrosis quística, condición que acompaña a los pacientes durante toda su vida”, estableció Nicole Careaga, académica de Kinesiología de la sede a cargo de la actividad.
Entre los expositores estuvieron la Dra. Rossana Román, endocrinóloga infantil; Dra. Gema Pérez, especialista en enfermedades respiratorias; Dra. Paula Irazoqui, médico cirujana especialista en medicina interna; Dra. María Lina Boza, médico cirujana, y Dra. Hortensia Barrientos, pediatra. También intervinieron la psicóloga Andrea de Rossi, la nutricionista Jeannette Cáceres, la tecnóloga médico Bélgica Barraza y el kinesiólogo Gustavo Moscoso.
Es un trastorno heredado, potencialmente mortal, que daña los pulmones y el sistema digestivo. Afecta a las células que producen la mucosa, el sudor y los jugos gástricos.. Por ello, dentro de sus síntomas se incluyen tos, infecciones pulmonares repetitivas o imposibilidad de subir de peso, entre otras. Los medicamentos “moduladores” resultan ser en este momento uno de los recursos más influyentes en el manejo de la condición.
“Lo que más me impresionó de la jornada fue conocer el funcionamiento de la terapia trikafta y su impacto en la enfermedad, como también la difícil situación que deben soportar los usuarios, junto a sus familiares, debido a que estos fármacos moduladores son extremadamente caros”, dijo Rodrigo Aqueveque, estudiante de quinto año de Kinesiología.
“Resultaron impresionantes las experiencias de colegas de diferentes áreas, y de familiares, quienes compartieron su vivencia en la lucha contra esta enfermedad. También impresiona todo aquello referido tema burocrático, aunque no quiero dejar de lado lo más importante en mi área: una vez más se demostró que el ejercicio es una herramienta útil y eficaz en la terapia de dicha enfermedad”, concluyó.