Las doctoras María Carolina Silva y Juana Paola Correa, abordaron a través de una charla el tifus que producen los ácaros en Chile y los ciclos de transmisión de enfermedades de los parásitos, entre otros temas.
Para entender algunos de los problemas que está ocasionando el calentamiento global en el reino animal, la Universidad San Sebastián, sede Concepción organizó el ciclo de charla: Conversación de especies y cambio climático.
Las primeras exposiciones estuvieron a cargo de las médicas veterinarias María Carolina Silva, doctora en Ciencias Veterinarias, y Juana Paola Correa, doctora en Ciencias Silvoagropecuarias e investigadora USS.
La doctora María Carolina Silva abordó la clasificación de los ácaros trombicúlidos, su hábitat en Chile y la infección que causa en los mamíferos. “El tifus es de las enfermedades que produce este ácaro recién se conoció en 2006. Comenzó en Chiloé y se ha extendido por distintas regiones de Chile. Se encuentra mayoritariamente en la parte centro y sur del país, disminuyendo en el extremo sur”, explicó la doctora en Ciencias Veterinarias.
“En el país se encuentran dos especies de ácaros: Herpetacarus Eloisae y Quadaseta chiloensis, la frecuencia de que infecten a una persona está subdiagnosticada porque se confunde con una alergia”, agregó.
La segunda presentación estuvo a cargo de la académica USS, doctora Juana Paola Correa, quien abordó el tema: Integrando herramientas ecológicas y epidemiológicas en el estudio de zoonosis. Abordó los ciclos de transmisión de los parásitos, la triada epidemiológica y los agentes patógenos, entre otros puntos.
“La triada epidemiológica o ecológica permite entender que una enfermedad o infección que causa un parásito solamente podría producirse cuando tenemos un agente que causa la enfermedad, un hospedero susceptible a este agente y un ambiente que propicie esta interacción”, detalló.
“Desde una perspectiva ecológica, los agentes patógenos que causan una enfermedad no son más que parásitos. En ese sentido, podemos agruparlos en micro parásitos como bacterias, virus y protozoarios, y macroparásitos, como piojos pulgas y garrapatas”, concluyó.