Elecciones: ¿qué motivó la participación de más de 8 millones de personas?
Las recientes elecciones presidenciales ostentan la mayor participación ciudadana de las últimas décadas. Académico USS analiza el nuevo escenario político.
Las cifras volvieron a sorprender en estas elecciones. Con una diferencia de 11 puntos porcentuales sobre su contendor, Gabriel Boric se convirtió en el Presidente de Chile más joven y votado en la historia de nuestro país. A sus 35 años recibió 4.605.352 votos (con el 99,66% de las mesas escrutadas), la mayor cifra registrada por un postulante a La Moneda. A lo anterior se suma la histórica participación en el comicios: más de 8.323.000 personas fueron parte del proceso, cifra más alta que la registrada en el plebiscito constituyente del año pasado.
Para Jaime Abedrapo, director de la Escuela de Gobierno de la Universidad San Sebastián, este escenario da cuenta del proceso transformador que vive el país. “Algunos apuntan a que es un término de ciclo y, por cierto, un cambio generacional (…). Un millón de votos entraron limpios a la segunda vuelta en las elecciones”, explicó.
Voto obligatorio
En los últimos años, la discusión por reponer el voto obligatorio ha recobrado interés. Son varios los actores sociales y políticos que apuntan a la necesidad por derogar el voto voluntario para potenciar la participación ciudadana y, de paso, reforzar el sistema democrático.
Considerando la alta votación del domingo, ¿es necesario seguir con este debate? “Es una conversación más de fondo”, apunta Abedrapo. “Tiene que ver con los derechos y deberes de los ciudadanos (…) y la discusión renace ante la necesidad de legitimar aún más los procesos eleccionarios”.
“Queda claro que, en su autonomía, el elector acude a las urnas cuando se siente motivado por intereses personales, por deseos, anhelos, sueño, esperanzas, como fue en esta ocasión. Sin embargo, vale analizar si junto con ser un derecho, la política es una responsabilidad”, recalca el académico, quien apoya el retorno del voto obligatorio.
Pergaminos para el Servel
A nivel internacional, el proceso eleccionario chileno es reconocido por su rapidez y eficacia. El domingo, y a una hora de cerrarse las mesas, el Servicio Electoral entregó los cómputos que delineaban el resultado final, echando por tierras las dudas frente a su labor. “La institucionalidad está a la altura del proceso democrático”, agrega el cientista político. “Pero eso no significa que Chile no deba abrirse pronto a una discusión sobre cómo modernizar el sistema. La tecnología podría facilitar el proceso eleccionario para muchas personas que hoy, ya sea por salud o distancia, no van a votar”, concluye.