Seminario: Adultos mayores y la falta de sentido de pertenencia

La necesidad de afecto y compañía es uno de los principales requerimientos de los adultos mayores. No es posible lograrlo a través de una norma jurídica, pero sí por medio de un cambio cultural. Este fue uno de los temas abordados en el VI Seminario del Servicio Nacional del Adulto Mayor, SENAMA, organizado por la carrera de Derecho.

disociabilidad-adultos-mayores

Los adultos mayores son un grupo que va en aumento a nivel mundial y también en Chile. De acuerdo con las proyecciones de Instituto Nacional de Estadísticas (INE), en 2050 un tercio de la población del país pertenecerá a este grupo. Si bien, existen normas que resguardan sus derechos, es primordial avanzar en su protección. Estos temas se analizaron en el VI Seminario del Servicio Nacional del Adulto Mayor (SENAMA) “Avanzando en la consagración y aplicación de los Derechos de las Personas Mayores”, organizado por la carrera de Derecho de la USS, a través de su Clínica Jurídica.

Disociabilidad 

Entre los expositores de la actividad, realizada en el Auditorio del Campus Bellavista, estuvo Roberto Mayorga, académico de la carrera de Derecho. El docente abordó aquellos requerimientos que están al margen del Derecho, es decir, esos que no pueden exigirse por ley. Uno de los más relevantes es el afecto y la compañía.

“El ser un humano es un ser social. Por esencia necesitamos pertenecer a una familia, a un grupo de amigos, a un trabajo, etc. Cuando van pasando los años las personas jubilan. Su capacidad física les impide, por ejemplo, practicar un deporte. Además, muchos familiares y amigos empiezan a fallecer. Los adultos mayores comienzan a sentir que ya no son parte de la sociedad, es lo que se denomina disociabilidad. De no contar con compañía, se genera en ellos una profunda sensación de abandono”, explicó.

¿Cómo avanzar?

Mayorga expuso que para evitar que las personas mayores se disocien se deben abarcar varias aristas. En lo humano, es esencial brindar acompañamiento. En lo legal, apuntó al fortalecimiento y difusión de los derechos de este grupo. En lo tecnológico, se requiere capacitación, pero también tutorías. “No basta solo con enseñarle a una persona a ocupar un computador. Por naturaleza, el adulto mayor no está acostumbrado y necesita a alguien que constantemente le esté recordando lo aprendido”.

En lo laboral, planteó una jubilación voluntaria y programas laborales para adultos mayores, como voluntariados que les de la posibilidad de mantenerse activos. En lo social, indicó la importancia de reforzar campañas de integración, como los programas de turismo existentes. En el plano institucional, sugierió explorar la creación de Consejos de Ancianos, no resolutivos, que permitan tomar los aprendizajes de quienes nos anteceden.

“La experiencia ha sido ampliamente estudiada. Podemos mencionar el caso de los griegos, que cuando tenían un problema consultaban a los dioses. Acudían a ellos por su conocimiento a través de la historia. Lamentablemente, en la actualidad hemos dejado de lado esa experiencia y, en muchos aspectos, queremos partir todo desde cero. Contar con una instancia como un Consejo de Ancianos, por ejemplo, en las municipalidades, abriría la opción de nutrirnos de lo vivido por otros y ayudaría a que la tercera edad sienta que todavía puede aportar a su comunidad”, detalló Mayorga.

El seminario “Avanzando en la consagración y aplicación de los Derechos de las Personas Mayores”, además contó con las exposiciones Bárbara Hermosilla, abogada de la Corporación de Asistencia Judicial; Fernando Agüero, abogado del Programa Buen Trato del SENAMA y Bhernny Fleming, académico de la Universidad de Talca y de la USS.

WhatsApp