Director de postgrado de la Facultad de Medicina, analiza los daños que produce el consumo de cannabis sativa.
Mientras los avances científicos demuestran cada día más la importancia de tener hábitos de vida saludables para promover la salud y prevenir enfermedades, en Chile se avanza hacia la legalización de una de las sustancias más nocivas para la salud del ser humano, como es la marihuana.
El mayor daño que se ha generado, en materia de política pública de salud, es la disminución de la percepción de riesgo del consumo de la marihuana, percepción que es aún menor en los niños, jóvenes y poblaciones más vulnerables, las cuales son justamente las más afectadas por esta sustancia, contribuyendo a las desigualdades sociales al afectar su desarrollo emocional, social y académico-laboral.
La marihuana puede gatillar la aparición de las más graves enfermedades crónicas psiquiátricas, como la esquizofrenia, trastorno de pánico, depresión y suicidio, especialmente en jóvenes.
Quisiera señalar algunos datos para pensar: la marihuana si bien produce un efecto de horas de alteración de la conciencia, continua actuando si se consume aunque sea una vez a la semana, generando un síndrome amotivacional permanente, con fatiga, desatención, pérdida de la memoria, desmotivación y, en algunos casos según predisposiciones que no es posible predecir, puede generar graves crisis de pánico y psicosis breve.
La marihuana puede gatillar la aparición de las más graves enfermedades crónicas psiquiátricas, como la esquizofrenia, trastorno de pánico, depresión y suicidio, especialmente en jóvenes. La marihuana produce un peor riesgo de accidente de tránsito que el alcohol. ¿Queremos marihuana en nuestros barrios al alcance de la mano de nuestros hijos?
Dr. Juan Andres Mosca
Director de postgrado
Facultad de Medicina
Universidad San Sebastián