Deporte Olímpico: un necesario recambio generacional y políticas de largo plazo

Bajo rendimiento; falta de apoyo a los deportistas; la inexistencia de una política que incentive el deporte en el país; y federaciones mal administradas parecen ser la causa de un problema que se vio reflejado en los malos resultados obtenidos por la delegación chilena en Río 2016.

 

La participación de Chile en los últimos Juegos Olímpicos de Rio de Janeiro en Brasil estuvo compuesta por una delegación de 42 deportistas -la más numerosa desde Sidney 2000- que compitieron en 16 de los 28 deportes reconocidos por el Comité Olímpico Internacional, sin embargo, al igual que en Londres 2012, no se obtuvieron medallas.

Las críticas son cruzadas. Bajo rendimiento; falta de apoyo a los deportistas; la inexistencia de una política que incentive el deporte en el país; federaciones mal administradas. Los expertos creen que el problema del deporte en Chile no pasa exclusivamente por un tema de financiamiento, sino de la necesidad de generar una política de largo plazo, que trascienda los gobiernos de turno, para que se mantenga en el tiempo, y que se preocupe de formar deportistas.

En este sentido, todo parece indicar que se requiere revisar los procedimientos de entrega de recursos y que hay que incorporar herramientas de gestión con indicadores que midan resultados, no solo de logros deportivos, sino de cómo se administran los recursos que se entregan, cómo se captan nuevos talentos y cómo se forman las futuras generaciones. Es que el gran problema que deja en evidencia los últimos Juegos Olímpicos es que no existe una generación de recambio.

Para la maratonista Erika Olivera, “hacen falta figuras que nos representen e inspiren. En triatlón femenino está Bárbara Riveros; en masculino no tuvimos representante; en natación tuvimos a Kristel Kobrich, en gimnasia a Tomás González, y en atletismo a Natalia Duco y Karen Gallardo; pero todos los días me pregunto quiénes vienen. Soy entrenadora hace 12 años y me pregunto cómo preparo, cómo fomento. Y es una vergüenza decir a mis alumnos que no se dediquen al deporte, porque no hay cómo hacerlo”, aseguró la deportista.

Olivera agregó que “existen recursos, pero cuando hablamos de largo plazo nos topamos con que dentro del mismo Instituto Nacional del Deporte  o el Ministerio, los cargos son políticos y los procesos se cortan al cabo de 4 años, viene una persona nueva comienza un trabajo, se va, viene otra y todo comienza de cero”, criticó la maratonista.

El ex judoca Gabriel Lama, defendió el trabajo de los deportistas para llegar a instancias competitivas de alto rendimiento como los Juegos Olímpicos, “en el caso del judo se tiene que estar entre los 32 mejores para participar en esta justa y eso ya es un gran esfuerzo. Todos queremos medallas olímpicas, pero si realmente es lo que queremos, los Ministerios del Deporte, Educación y Salud, deben generar instancias para ello y las federaciones convertirse en facilitadores de la ejecución de los distintos deportes”, aseguró.

Por su parte Claudio Cantín director de Chile Olímpico explicó que como organización buscan velar por una política nacional que hoy no existe, “lo que hay son estructuras cortoplacistas, de máximo a 10 años que pretenden apoyar a deportistas que ya están funcionando competitivamente a nivel internacional. Pero lo que falta es buscar en las bases y la responsabilidad se le está entregando solo a los clubes”.

Al respecto, el director del Instituto Nacional del Deporte, Juan Carlos Cabezas, coincidió con este análisis, “necesitamos una mirada sistémica y trazabilidad en nuestros procesos, ya que estos no conversan entre ellos. Falta un programa de búsqueda de talentos, pero además tenemos que focalizar la entrega de los recursos”, dijo.

“En el caso de Estados Unidos, el país con la mayor cantidad de medallas en la última justa olímpica, el foco de recursos y esfuerzos se ha concentrado en atletismo, natación, básquetbol y gimnasia, tres o cuatro disciplinas, y nosotros nos desgatamos en cuanto deporte hay, imaginando que obtendremos algún resultado. Esa no es la forma y hoy estamos trabajando de manera incipiente para cambiar eso. Tenemos competencias escolares comunales, provinciales y regionales, pero cuando miramos los deportes que están en estos tres niveles, no son los mismos”, aseguró Cabezas. 

Una instancia de discusión

Estas fueron algunas de las problemáticas que se analizaron en el Coloquio “Juegos Olímpicos: Qué se gana cuando se pierde”, organizado por la Universidad San Sebastián y en el que participaron Juan Carlos Cabezas, director del Instituto Nacional del Deporte; Erika Olivera, maratonista olímpica; Gabriel Lama, judoca olímpico; Claudio Cantín, director de Chile Olímpico y Nelson Carreño, académico de la U. San Sebastián.

En la ocasión los expertos coincidieron en que no hay una política para buscar talentos. “Aquí se habla de la base que hay que construir para llegar a la punta del iceberg, que son los deportistas de alto rendimiento. Pero aquí no se nombran los colegios, los jardines infantiles. ¿Dónde están la mayor parte del tiempo los niños hoy día?… en las escuelas. Es el deporte el que tiene que llegar allá. Pero la estrategia del gobierno es fomentar la actividad física de tipo recreativo, no el deporte”, señaló el académico de la carrera de Pedagogía en Educación Física de la USS, Nelson Carreño.

Asimismo, los especialistas fueron enfáticos en señalar que tras el fracaso de Río, se puede seguir el ejemplo de Colombia, donde se diseñó un plan a 10 años, se aunaron los criterios para el financiamiento tanto público como privado, se capacitó a los deportistas y dirigentes en la administración de los recursos y diseño de planificación, y se instaló un sistema de trazabilidad de los procesos a través de la búsqueda y promoción de nuevo talentos, sin dejar de lado incentivos económicos para los deportistas de alto rendimiento.

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