¿Cómo generar e instalar una cultura de pensamiento en el aula?

Expertos debatieron sobre la necesidad de impulsar la cultura del pensamiento para mejorar los procesos de enseñanza y aprendizaje en el aula. 

 

¿Cómo se enseña a pensar? ¿Qué se entiende por rutinas del pensamiento? ¿Cuáles son los 8 pilares de la cultura? ¿Cuál es la importancia del aprendizaje colaborativo y la formación crítica?

A través del webinar “Cultura y Visibilización del Pensamiento en la Educación Superior”, organizado por la Facultad de Psicología de la Universidad San Sebastián, distintos investigadores y académicos abordaron estas preguntas y compartieron sus experiencias en aulas universitarias de Chile, España y Estados Unidos.

De acuerdo a lo expresado por la Dra. Ruth Pinedo, de la Universidad de Valladolid,  ambas universidades “compartimos las preocupaciones respecto de las necesidades de nuestros estudiantes, las que están relacionadas con los retos de la educación actual asociadas a las habilidades digitales, aprendizaje autónomo, continuo y pensamiento crítico. En esa misma línea por el lado de los docentes del siglo XXI, el enfoque de la cultura del pensamiento nos permite contribuir a ese objetivo”.

En esta línea, el Dr. Yerko Sépulveda de la Universidad de Harvard, aseguró que el “objetivo final de la comprensión es el pensamiento en acción. No basta entender algo, necesitamos hacer algo con eso. Tenemos que observar de cerca y describir sin generar juicios, hacer muchas preguntas y generar conexiones para empezar a aplicar un pensamiento sistémico”.

Es con este objetivo que académicas de la Escuela de Psicología de la USS están trabajando al diseñar, implementar y evaluar la metodología propia de este enfoque.

Capacidad reflexiva y crítica

Luz Rubilar, doctora en Filosofía y académica de Psicología de la USS se refirió a esta metodología y afirmó que “permiten abordar y desarrollar procesos comprensivos en la comunidad colaborativa y en el aprendizaje dentro del aula. También integra y genera que los estudiantes vayan “rutinizando” el pensamiento, es decir, jerarquizando, ordenando y estructurando ideas”. La académica añadió que los grandes desafíos de la educación ahora tienen que ver con la nueva forma de habitar el aula (virtualidad) y cómo evaluar los procesos de aprendizaje a través de “esta forma de entender que es crítica, creativa y profundamente ética”.

Por su parte, la Dra. Ximena Rojas, también docente de la Facultad de Psicología, señaló que los desafíos de la educación actual demandan la formación de profesionales que tengan capacidad reflexiva y crítica y, sobre todo, flexibilidad ante escenarios cambiantes y diversos. Desde esa perspectiva, sostuvo que el proyecto educativo institucional “ha cobrado un acento mucho más claro y perfilado hacia la formación integral de los estudiantes desde el punto de vista de las virtudes y para ese objetivo, los movimientos del pensamiento son muy relevantes”.

“Al plantearse qué es lo que les estaría faltando a los estudiantes para llegar al perfil de egreso surge el pensamiento crítico, la posibilidad de dialogar con los autores y un enfoque, además de la opción de problematizar la realidad (…) También es relevante lo que tiene que ver con tomar decisiones basadas en la evidencia y la visibilización del pensamiento puede dar una respuesta a eso”, concluyó Ximena Rojas.

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