Ciclo Encuentro y Reencuentro con los Libros USS
La doctora en Literatura, Cecilia Rubio, fue la invitada a una nueva reunión del Ciclo Encuentro y Reencuentro con los Libros, de la sede Concepción.
Un libro narrado entre lo cómico y lo dramático es Diez, del autor Juan Emar, objeto de estudio de la doctora Cecilia Rubio, invitada a la reciente sesión del Ciclo Encuentro y Reencuentro con los Libros, Un viaje a través del Espíritu, iniciativa de la sede Concepción, de la Universidad San Sebastián junto a Extensión Cultural.
La doctora Cecilia Rubio, presentó tanto el texto como al autor. “Diez, de 1937, alude a los 10 relatos que lo conforman, reunidos bajo cuatro subtítulos: cuatro animales, tres mujeres, dos sitios y un vicio. Es el único libro de relatos del autor, Álvaro Yáñez Bianchi, escritor, crítico de arte y pintor Juan Emar, su seudónimo, cuya única novela fue Umbral (1977)”, narró la académica, directora de la revista Atenea de la Universidad de Concepción.
“Este libro me impactó. Cuando lo leí me di cuenta de que no se parecía a ningún otro que yo hubiese leído antes, tanto por su contenido, como por su forma de narrar. Me pareció que había una búsqueda de una nueva forma de contar historias”, afirmó la doctora Rubio, quien es profesora de español y magíster en Arte, Mención Literaturas Hispánicas, por la Universidad de Concepción, y doctora en Literatura, mención Literatura Hispánica, por la Universidad de Montreal (Canadá).
“Por otro lado, me di cuenta de que producía en mí, y en otros lectores, un efecto contradictorio, como un libro cómico serio, que promueve una lectura reflexiva y, por otro lado, una lectura cómica. Lo curioso, es que este efecto contradictorio, se produce casi al mismo tiempo. Después de muchos años que llevo conociendo literatura, concluyo que me produce un efecto más bien cómico. Pero al iniciar su lectura, me pareció bastante serio”, estableció.
Los cuatro animales son El pájaro verde, único cuento con elementos fantásticos; Maldito gato, El perro amaestrado y El unicornio. “Son cuentos extraños, antirrealistas, pero no fantásticos”, sostuvo Rubio.