CREAR

Entrar a la universidad es un cambio importante en la vida de cada vez más jóvenes que ven en este paso una posibilidad para crecer y alcanzar sus metas.

Constituye un momento de cambios que puede generar importantes expectativas y preocupaciones por el futuro y por lo novedoso que resulta este entorno de amigos, docentes, exigencias académicas y hasta “lenguajes” nuevos, que están representados por los distintos saberes que se imparten en las carreras.

Además, entrar a la educación superior implica que muchos jóvenes comienzan a construir una nueva identidad como estudiantes y como futuros profesionales. Como estudiantes, los jóvenes que se integran conocerán más acerca de ellos mismos y de su relación con los estudios y los desafíos académicos. Como futuros profesionales, irán poco a poco descubriendo las distintas carreras y el grado en que éstas cumplen sus expectativas.

Por todas estas razones y muchas más, es importante que, si estás pronto a iniciar tu camino a la universidad, tengas en cuenta los siguientes elementos:

• Considera que entrar a la universidad implica un proceso de adaptación y que requieres un tiempo para conocer este nuevo contexto y para que aprendas cómo responder a él. A veces, los cambios nos pueden generar inseguridades, pero también constituyen oportunidades para crecer y es importante aprender nuevas estrategias, actualizando nuestros recursos personales.
• Conócete como estudiante y trata de auto examinar cómo estudias, cómo aprendes mejor, cómo y con qué te motivas y cuáles son tus principales desafíos para rendir y aprender en la universidad. Esto es importante, porque los estudios y el ser estudiante no es algo “nuevo”, cada uno trae una historia que tiene ciertos hábitos arraigados y que es necesario evaluar para saber cómo funcionan en el nuevo contexto universitario.
• Busca activamente conocer la universidad, el entorno y las múltiples oportunidades que te puede ofrecer y que te ayudarán a conseguir un mejor y más integral proceso de aprendizaje (actividades deportivas, bibliotecas, centros de apoyo).
• Preocúpate por conocer a tus profesores y compañeros(as). Recuerda que la universidad implicará adaptarte no sólo a exigencias académicas, sino también a un entorno social que te acompañará por varios años.
• Acostúmbrate a buscar información acerca de tus ramos y sus condiciones. Las primeras semanas de clases, tendrás acceso a los programas de cada curso. En estos documentos encontrarás información relevante (contenidos, fechas y metodologías de evaluación, planificación de clases, entre otros) que te ayudará a anticipar los requerimientos de cada cátedra.
• Planifica tu tiempo. Uno de los desafíos que los estudiantes identifican como más importantes, se relaciona con la necesidad de organizar bien el tiempo para que éste alcance tanto para actividades académicas como para la vida personal. Hay que recordar que, en la universidad, la organización del tiempo depende del estudiante. A diferencia del colegio, es el estudiante el que debe anticipar y programar las actividades, evaluando el tiempo que debe disponer para cada una de ellas.
• Confía en tus conocimientos y habilidades. Es importante que tengas claro cuáles son las fortalezas y recursos que te ayudarán a persistir y lograr tus objetivos, y que reconozcas aquellos puntos de mejora que debes trabajar.
• Aprende a identificar y canalizar tus emociones. Ante un proceso de cambios, es normal que te sientas ansioso, preocupado o temeroso, por ejemplo. Lo importante es que aceptes que te sientes así y te des cuenta de si alguna de estas emociones está afectando tu aprendizaje y rendimiento. Si es así, es esencial que busques apoyo en tus compañeros, profesores o en los espacios de apoyo estudiantil que están disponibles, como consejerías y talleres.
• Por último, es importante que consideres que este proceso de adaptación puede implicar un desgaste y que debes estar atento a cómo te vas sintiendo y en qué ámbitos necesitas más ayuda.