Voluntaria USS ayuda a niños y niñas con cáncer a recuperar su cabello
Carla Soto es estudiante de quinto año de la carrera de Terapia Ocupacional y colabora con la Fundación Nuestros Hijos, donde ayuda a niños, niñas y adolescentes que padecen de cáncer.
A los cuatro años, cuando fue diagnosticada con retinoblastoma, la vida de Carla Soto Vargas y su familia cambió para siempre. Fueron años de lucha para vencer la enfermedad, tras la que perdió su ojo derecho. Hoy, a sus 28 años, es una joven llena de energía y está a meses de egresar de la carrera de Terapia Ocupacional de la Universidad San Sebastián.
De forma paralela a sus actividades académicas, Carla realiza voluntariado en la Fundación Nuestros Hijos, institución que ofrece atención a niños con cáncer. “Cuando recibí mi diagnóstico fui tratada en la Fundación. No fue fácil volver, por todo mi proceso personal. Hace 6 años lo hice porque sentí que era hora de retribuir toda la ayuda que recibí, además me sentía capaz de ayudar a niños y niñas a partir de mi experiencia”.
Carla se hace cargo de las donaciones de cabello, de su recepción y clasificación, las cuales se transforman en pelucas para niñas y niños que han perdido su pelo como efecto secundario del tratamiento para combatir el cáncer.
“Esto impacta inmensamente a nivel emocional en cada uno de ellos. Gracias a esta acción los puedes ver sonreír cuando vuelven a tener pelo al igual que los demás niños de su edad (…) Generalmente, son más los adolescentes quienes buscan esta ayuda y muchas veces, luego de verse con sus pelucas, optan por no usarla y aceptan su belleza natural al pasar por este proceso que es el cáncer”, comenta.
Destaca que su camino profesional lo eligió “con el objetivo de ayudar a las personas y colaborar desde mi propia experiencia. Gracias a la formación que he recibido, poseo las herramientas necesarias para identificar las dificultades que presentan. Asimismo, he logrado fortalecer mis habilidades blandas para llevar a cabo una excelente intervención enfocada en el usuario”.