La importancia de la Vitamina D en la salud

La Vitamina D, que se obtiene mayoritariamente de la exposición al sol, cumple múltiples funciones en la salud ósea, cardiovascular y sistema inmunológico.  En su columna, la académica USS Nataly González, entrega recomendaciones para mantenerla en niveles óptimos. 

Vitamina D-sol

Las vitaminas, como la A, B, C, D, E y K ejercen funciones esenciales en el organismo. Sin embargo, la D se diferencia del resto porque es una hormona sintetizada en nuestra piel al recibir radiación ultravioleta (UVB), mediante la exposición solar, y en un porcentaje mucho menor puede ser consumida a través de los alimentos.

Cumple múltiples funciones biológicas en nuestro cuerpo, como la mantención de la salud ósea por su rol en la mineralización de los huesos en conjunto con el calcio. También es partícipe de la salud cardiovascular, neuromuscular, respuesta inmunológica y reducción de procesos inflamatorios, entre otros. Incluso se ha destacado su posible rol en la disminución de síntomas premenstruales y en la fertilidad.

En Chile, según la última Encuesta Nacional de Salud 2016-2017 (ENS) sólo el 11% de las mujeres en edad fértil y el 11,9 % de las personas mayores, presentan niveles óptimos de esta vitamina, evidenciando niveles de insuficiencia y deficiencia importantes en nuestra población.

Los datos regionales son similares: 14,9 % de las mujeres en edad fértil y 11,2 % de las personas mayores con niveles óptimos. Las principales causas de esta deficiencia se deben a la menor exposición solar. Asimismo, las fuentes alimentarias ricas en esta vitamina son limitadas. Se puede encontrar en los pescados grasos como el salmón, atún, sardina, aceite de hígado de pescado, y también en la yema del huevo. Actualmente en el mercado encontramos algunos lácteos y derivados enriquecidos con vitamina D.

Sin embargo, según datos de la ENS, sólo el 9,2% de la población cumple con la recomendación alimentaria de consumir dos veces a la semana pescado. Por lo tanto, los hábitos y la ingesta alimentaria de los chilenos, en general, no permitirían cubrir los requerimientos diarios de vitamina D.

La recomendación es mantener un peso saludable, una alimentación equilibrada como parte de nuestros hábitos, potenciar la ingesta de pescados y consumir lácteos tres veces al día. Además,  incorporar alimentos fortificados dentro de lo posible, realizar diariamente actividad física y, un factor muy importante, exponerse a la luz solar de manera responsable, no más de 30 minutos, antes de las 11:00 hrs. y después de las 16:00 hrs. Y, por supuesto, consultar a un profesional de la salud respecto a los exámenes y tratamientos frente a la deficiencia o insuficiencia sérica de esta vitamina.

Nataly González Sepúlveda
Académica de Nutrición y Dietética 
Universidad San Sebastián

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