Trabajo remoto en tiempos de Covid-19

El trabajo remoto en equipo requiere declarar con más claridad las metas y expectativas de logro en períodos de tiempo un poco más extendidos.

Trabajo remoto en tiempos de Covid

Entre las reacciones mundiales, destaca la experiencia de Corea del Sur que muestra que una total transparencia de información, coordinación y responsabilidad social e individual, y la no dependencia de la institucionalidad son, junto a tecnologías rápidas para detectar el virus (este hilo en twitter lo explica), medidas que ayudan a frenar la expansión del virus.

Sergio MajlufComo hemos visto ampliamente en las noticias y redes sociales, en muchos países del mundo se están implementado importantes medidas de contingencia debido a la rápida propagación de Coronavirus Covid-19.

Entre aquellas medidas de coordinación y responsabilidad, se fortalece y oye cada vez con más frecuencia la del “teletrabajo” o Trabajo Remoto.

Veamos a continuación qué es el teletrabajo y luego algunas recomendaciones para migrar a ese formato.

¿Qué es el teletrabajo? 

“El teletrabajo es la forma de organizar y realizar el trabajo a distancia mediante la utilización de las TIC en el domicilio del trabajador o en lugares o establecimientos ajenos al empleador”, dice la OIT, en su Manual de buenas prácticas en el teletrabajo”.

En el mundo, el más claro precedente está en China, donde millones de trabajadores, en industrias diversas, llevan semanas teletrabajando. Los grandes de la tecnología han hecho lo propio. Microsoft hace sólo unos días animó a todos sus empleados de las oficinas de San Francisco y Seattle a trabajar desde casa hasta el próximo 25 de marzo, y Google recomendó a todos los trabajadores de Norteamérica a trabajar desde casa. Estos son sólo algunos de los ejemplos de compañías en el mundo de la tecnología. Las universidades europeas y americanas también están evaluando día a día la situación, y varias han decidido la suspensión de actividades en persona a contar de esta misma semana.

Nuestro país por supuesto, no está ajeno ni es una excepción. No obstante, el teletrabajo no es algo nuevo, y las ventajas y oportunidades que ofrece son más amplias que lo que la contingencia de salud global nos obliga a reaccionar.

El subsecretario del Trabajo Fernando Arab explicó en 9punto5, el seminario internacional más importante de América Latina sobre teletrabajo, y del que la USS fue parte en agosto de 2019, que el teletrabajo “es inclusivo porque permite que personas que hoy están fuera del mercado laboral, tales como personas con discapacidad, adultos mayores, jóvenes y mujeres, pueden sumarse al mundo del trabajo. Y es sustentable porque va a permitir además descongestionar y descontaminar las ciudades”.

Existen además casos ampliamente documentados sobre el proceso de incorporación del teletrabajo, en un valioso trabajo realizado por el Instituto Nacional de Propiedad Intelectual, que fue compartido en el Informe Evaluación de la Experiencia de Teletrabajo, donde comparten procedimientos, aprendizajes y resultados. Con eso, el mito de la baja de productividad se puede aplacar un poco. Algo completamente necesario, sobre todo en los meses que vive nuestro país.

Entonces, en un escenario como el actual, ¿cómo podemos enfrentar la necesidad de teletrabajar? A continuación, algunas recomendaciones generales para empezar a coordinarse, desde dentro de los equipos de trabajo.

Revisa tu acuerdo de trabajo

¿Cómo nos comunicaremos? ¿Estaremos conectados todo el tiempo, o junto con el trabajo remoto dispondré de libertad para ajustar mi horario? ¿Acordaremos momentos del día y de la semana para conectarnos todos a una misma plataforma, o estaremos “de llamada” cuando nuestra jefatura nos necesite? Trabajar remotamente en equipo requiere declarar con más claridad las metas y expectativas de logro en períodos de tiempo un poco más extendidos. En el trabajo presencial, es más fácil que un supervisor revise el estado de avance del equipo, así como es más fácil también que cualquier colaborador acuda a su supervisor con dudas para avanzar hacia los objetivos. Por eso, una práctica positiva, en ambas modalidades de trabajo, es la definición y comunicación explícita y frecuente de las metas y objetivos de cada equipo.

Fija una rutina previa al trabajo remoto

No olvidemos que estás trabajando, y por lo mismo, debes tener una rutina que te ayude a organizar tu tiempo, fijar horarios, y hacer una separación entre “la casa y la oficina”. Incluso es recomendable organizar alguna actividad previa a empezar a trabajar, como salir a caminar o hacer ejercicio antes de empezar el día laboral, y de esa forma, marcar límites entre levantarse y estar en tu puesto de trabajo.

Email≠ Videollamada≠ WhatsApp≠ Comunicación

Trabajar remoto no significa trabajar solo: debes evitar es el aislamiento. Mantente en constante comunicación con tu equipo, con tus pares y con tus supervisores. Aunque recuerda también usar las plataformas apropiadas. Es recomendable mantener el email como un medio de acuerdo y formalización, la mensajería tipo WhatsApp, Slack, Teams y otros como uno de discusión enfocada y corta y la conversación telefónica y de videoconferencia para mantener el tono humano y las sutilezas de la comunicación no escrita, verbal y corporal. Discutir un tema complejo por correo o WhatsApp muchas veces trae más problemas de los que soluciona, y una conversación personal suele ser más efectiva en ese caso. En esa misma línea, la recomendación de quienes llevan tiempo el el trabajo remoto, es atacar los elefantes blancos en la habitación apenas aparezcan. Es decir, evitar que aquellas pequeñas cosas que pueden generar inconvenientes en la relación del equipo agarren vuelo, y se conviertan en problemas reales más adelante.

Conéctate con otros, las personas están primero

Cuando trabajamos en organizaciones, con equipos y otras personas, hay muchos momentos del día que no tienen que ver directamente con el trabajo. Quizás una pausa para café, o una breve pero valiosa conversación de sobremesa después de almuerzo. Identificar formas de extender estas prácticas, cuando estás trabajando separado del equipo es clave para mantener la noción que el trabajo no es sólo una función, sino parte importante de nuestro desarrollo social y de vida. Para algunos, jugar en línea después del horario acordado puede ser la solución. Para otros, un encuentro personal en un café o una plaza. Da lo mismo el cómo, lo importante es recordar que trabajar remotamente no significa aislarse completamente del resto. 

Reportes y Puesta en Común

Particularmente en la industria de la tecnología, pero cada vez más en otros ámbitos, es frecuente hablar de los standups, de los scrums (por una metodología de trabajo del mismo nombre) y de otras formas de poner sobre la mesa los temas en los que cada miembro del equipo está trabajando. Una forma menos atractiva de llamar a esto es la temida “reunión de coordinación de equipo”. Bien llevada, acotada en duración, y ejecutada sistemáticamente para que todos participen –y no sólo la jefatura hable de lo que serán las prioridades– reuniones de este tipo donde cada miembro del equipo comunica puntual y asertivamente en qué está trabajando esta semana, cuáles son sus desafíos y dónde cree que podría requerir colaboración de sus pares ha probado ser un gran aporte en el sentido de pertenencia, en la facilitación de colaboración, y en el logro de los objetivos individuales y comunes. Mal llevada en cambio, una reunión puede muchas veces, haber sido resuelta con un un email (Si quieres conocer más sobre esta manera de ver las reuniones y la colaboración en el trabajo, te recomiendo leer a Jason Fried. Puedes comenzar con el siguiente video).

Recárgate

Finalmente, pero no menos importante, recuerda que, al estar trabajando, probablemente desde casa, y no tener las distracciones de las que normalmente nos quejamos en la oficina, es posible enfocarse mucho más, y pasar más tiempo sentado frente a una tarea, a un documento, o a nuestro teclado. Recuerda fijar pausas, estirar el cuerpo, dar una caminata rápida, tomar agua y alimentarte saludablemente. Si no cuidamos el cuerpo y el estado de ánimo, de poco servirá tener la posibilidad de organizar nuestra propia agenda de trabajo en nuestro propio lugar.

Sergio Majluf
Director de Innovación, Emprendimiento y Empleabilidad
Universidad San Sebastián

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