Uso de smartphones y tablets en la educación infantil: ¿Oportunidad para aprender o baja en el desarrollo cerebral?

Investigador y especialista en alfabetización digital estadounidense desafía a la educación promoviendo una pronta utilización de smartphones y tablets en niños. ¿Es ésta una buena metodología de enseñanza, o afecta al rendimiento escolar? 

Hace algunos días, el diario El País publicó una entrevista a Jordan Saphiro, especialista en alfabetización digital y autor del libro The New Childhood: Raising Kids to Thrive in a Connected World (La nueva infancia: criar a los niños para que prosperen en un mundo conectado), donde asegura que mientras antes le des a un niño un smartphones, más se puede prevenir la mala utilización de la tecnología. “Hay que darle un móvil a un niño antes de los 13 años, cuando todavía se deja aconsejar”, advierte. Se basa en que la mayoría de la tecnología no existía en anteriores generaciones, por lo que nadie sabe cómo hablar de ella. 

En tiempos en que estos dispositivos juegan un papel cada vez más importante en la vida de los niños: ¿Son una oportunidad para profundizar el aprendizaje en un mundo hiperconectado, o provocan sólo una baja en el desarrollo cerebral y el rendimiento académico de los niños? 

Mariana Oyarzún, directora de la Escuela de Educación Inicial de la Universidad San Sebastián, afirma que, “bien utilizados estos dispositivos pueden convertirse en un interesante aliado de diversión y aprendizaje”.

En el ámbito educativo, lo más importante radica en cómo los padres o tutores les dan un buen uso a estas tecnologías y cómo el adulto logra mediar a través de la manipulación de estos dispositivos el aprendizaje”.

En ese sentido, es clave el control que los adultos manejen las aplicaciones de estos smartphones o tablets y que tengan relación con el ámbito educativo, pues existen herramientas que ayudan tanto a niños y niñas a conocer un vocabulario mucho más profundo y tecnológico. “En estos tiempos, no podemos cerrarnos a la posibilidad de darles acceso, ya que nos dimos cuenta de que la tecnología nos sirvió mucho para sortear de mejor manera el aprendizaje durante la pandemia”, finaliza. 

Para la académica, algunas claves para utilizar de mejor manera los dispositivos, como smartphones, son:

• Instalar el control parental en los dispositivos para controlar los contenidos a los que acceden.
• Limitar el tiempo de pantalla, dependiendo del contexto, edad y las aplicaciones que esté usando el menor.
• De esas horas, procura que se destinen a un uso más educativo que lúdico.
• Vigilar constantemente qué hacen, dónde entran, qué buscan y a qué dedican el tiempo

Apps educativas

Asimismo, algunas aplicaciones educativas que recomienda para niños de diversas edades son:

• Lingokids: se trata de una app española de contenidos en inglés para niños de 2 a 8 años que apuesta por el Playlearning para que, mientras se divierten, los más pequeños de la casa adquieran conocimientos y valores, habilidades STEM y socioemocionales. Cuenta con más de 700 juegos, actividades y canciones creados en colaboración con la Oxford University Press.
• LEGO® Life: ha sido creada como una red social segura y pensada para que los niños de 13 años y menos (y no tan niños) den rienda suelta a su imaginación y creatividad. La empresa de piezas de construcción trabajó en estrecha colaboración con UNICEF y la Comisión Federal de Comercio de EE.UU. con el fin de garantizar la seguridad para los niños dentro de la aplicación, aumentando también la protección a través del anonimato de los usuarios, que lucen como si fueran un Súper Héroe. Posee las características de una red social como Instagram, pues lleva perfil de usuario, botón de me gusta y comentarios.
• Defensor de la naturaleza: Para concientizar y enseñar a amar la naturaleza, este juego ecológico ayudará a los niños de más de 3 años en adelante, a descubrir qué significa la protección ambiental, qué problemas ambientales existen en el momento, cuáles son las formas de proteger el medio ambiente y el mundo que nos rodea.