Sistema de selección universitaria
Los estudios demuestran que el actual sistema de selección, vía PSU, tiene un valor predictivo sobre rendimiento académico en la universidad que es desigual.
Más allá del vandalismo nihilista que se dejó caer este año sobre la PSU, con el propósito de boicotear la prueba, y que dejó de manifiesto que luego del estallido social pareciera que el fin justifica los medios, aunque se ocupe la violencia, lo cierto es que cobra nuevamente relevancia la pregunta sobre la idoneidad de estas pruebas de selección y, en particular, su validez metodológica.
El objetivo de ella es identificar alumnos con los talentos y habilidades para sortear con éxito su paso por la universidad. Los estudios demuestran que la actual PSU tiene un valor predictivo sobre rendimiento académico en la universidad que es desigual. Es mayor en matemáticas y ciencias, pero bajo en lenguaje e historia.
Además, se le han planteado dos reparos: es una medición parcial de los atributos del estudiante, y se critica su énfasis en la medición de contenidos, con el consecuente sesgo social en contra de estudiantes de bajos ingresos que, en general, reciben una educación escolar de menor amplitud curricular y de baja calidad.
Frente a estos reparos, resulta valioso que se haya instalado en el país la necesidad de revisar el sistema de selección a las universidades, avanzando decididamente hacia instrumentos que consideren otros atributos de los postulantes
Asimismo, el pilotaje para testear las preguntas suele no representar adecuadamente a la población de estudiantes que cada año rinde la prueba, en parte, porque un porcentaje no menor son estudiantes rezagados que egresaron hace varios años.
Frente a estos reparos, resulta valioso que se haya instalado en el país la necesidad de revisar el sistema de selección a las universidades, avanzando decididamente hacia instrumentos que consideren otros atributos de los postulantes, como ensayos escritos e historial académico para evaluar habilidades no cognitivas, mayor flexibilidad para que universidades fijen los ponderadores para un mejor calce entre la misión institucional y el perfil de los postulantes y, desde luego, tomarla al menos dos veces al año, para abrir el abanico de los postulantes y mayor control para evitar las filtraciones.
La tarea es enorme y el tiempo es corto. Lo concreto es que la actual PSU difícilmente podrá repetirse en un año más sin correr los riesgos de que se reiteren las manifestaciones de violencia que enfrentamos en esta ocasión.
Carlos Williamson Benaprés
Rector
Universidad San Sebastián
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