Columna: Qué es el silencioso Síndrome de Sjögren

Cada 23 de julio se conmemora el Día Mundial del Síndrome de Sjögren para concientizar sobre esta enfermedad, que tiene alta prevalencia en mujeres. Académico de Odontología de la Universidad San Sebastián, Esteban Alvarado, explica en qué consiste. 

El silencioso síndrome de Sjögren

El Síndrome de Sjögren, es una de las enfermedades crónicas autoinmunes más prevalentes después de la artritis reumatoide, y afecta de un 0,1 a 5% de la población mundial, variando según ubicación geográfica, edad y sexo. Se presenta, principalmente en mujeres entre la cuarta y quinta década de vida, pero también puede darse en hombres y niños.

Poder realizar las funciones básicas como saborear y masticar alimentos, hablar, defendernos de infecciones, pestañear, entre otras actividades, depende en parte de la saliva, lágrimas y secreciones producidas por glándulas que, justamente, son el blanco de este síndrome.

esteban alvaradoLa mayoría de las complicaciones de las personas que lo sufren vienen relacionadas con la disminución del flujo salival y el subsecuente aumento de la prevalencia de caries, enfermedad periodontal y candidiasis, dolor, ardor bucal y dificultad para consumir alimentos secos. La sequedad bucal –prácticamente en todos los casos– va acompañada de disminución en la producción de lágrimas, afectando la función normal y aumentando la predisposición a infecciones oculares, además de las molestias típicas de picazón, enrojecimiento y sensación de cuerpo extraño.

Estos síntomas y signos son, en su mayoría, ignorados por las personas y subsanados temporalmente con lágrimas artificiales, agua, alimentos líquidos, lubricantes, etc., aumentando la exposición a productos que pueden ser dañinos para la salud, considerando el largo tiempo de uso y sin los efectos preventivos, inmunológicos y de protección general de la saliva y las lágrimas.

El Síndrome de Sjögren posee una alta prevalencia en la población adulta, siendo una entidad sistémica que afecta considerablemente la calidad de vida desde síntomas locales hasta aspectos amplios y generales, como el aumento del riesgo de ciertas patologías o depresión, entre otras. Además, posee un diagnóstico subestimado en la población, por lo que se estima que existe una gran cantidad de personas que no han sido diagnosticadas y que solo mediante un correcto análisis y clasificación pueden recibir un tratamiento adecuado.

Para diagnosticarlo, existen varias pruebas disponibles, las que involucran un examen ocular cuidadoso, la medición de la producción lagrimal y salival, examen de las glándulas salivales, biopsia de las glándulas salivales menores para determinar la presencia de infiltrado inflamatorio y presencia de anticuerpos séricos. El tratamiento, en tanto, se basa en la severidad, y puede ir desde medidas no farmacológicas como aumento de la actividad física, algunos substitutos, hasta farmacología para síntomas de sequedad bucal y lagrimal o para afecciones sistémicas, siendo siempre necesaria la evaluación profesional.

También se ha descrito que el síndrome no tratado, aumenta el riesgo de sufrir cáncer, con especial relación al linfoma no Hodgkin, mieloma múltiple, leucemia, cáncer pulmonar y cáncer de tiroides.

Cuando hablamos de una patología tan prevalente en la sociedad, con repercusiones en aspectos profundos de la calidad de vida, debe ser entendida y estudiada a fondo por profesionales en ejercicio en Chile y que debe estar plasmado en todos los currículos universitarios. De este modo permite lograr a mediano y largo plazo, mejorar la comprensión de este síndrome, abarcando y llevando esta información a mayor cantidad de personas para tomar las medidas necesarias en cuanto a prevención, diagnóstico y tratamiento.

Esteban Alvarado Alvarado
Académico de Vinculación con el Medio
Escuela de Odontología
Líder del Programa Territorial Hito Más Salud Más Cerca
Universidad San Sebastián

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