Los retos para el aprendizaje y las prácticas pedagógicas 2021

Flexibilidad, adaptación a distintos contextos y priorización del trabajo, son algunos de los aspectos claves que permitieron enfrentar la pandemia en el ámbito de la formación práctica el 2020. 

Los retos para el aprendizaje y las prácticas pedagógicas 2021

Si el año 2020 resultó esencial la capacidad de comunicar, flexibilizar, innovar y retroalimentar para sacar adelante las prácticas y los procesos de aprendizaje, en 2021 también será necesario mejorar e incorporar ciertos aspectos como el contexto social y educativo, los aprendizajes esperados, la priorización curricular y la libertad de acción de las comunidades educativas para cumplir con sus objetivos pedagógicos.

Foto columna Mariana Oyarzun 2 2020Así lo planteó Mariana Oyarzun Roasenda, directora de Escuela y carrera de Pedagogía de Educación Básica de la Universidad San Sebastián, al compartir la experiencia de la Universidad San Sebastián en las prácticas profesionales de los profesores en formación, durante el Conversatorio: Prácticas online, aprendizajes y nuevos desafíos para 2021, que organizó la Universidad de las Américas.

La académica de la USS indicó que un aspecto a mejorar es la adaptación a los contextos educativos y la capacidad de evaluar cada realidad tanto en lo urbano como en la ruralidad y también al interior de cada establecimiento y de los cursos, para poder diversificar las estrategias que garanticen el aprendizaje de todos los niños y niñas.

También sostuvo que hay que enfocarse en los aprendizajes esperados y tener flexibilidad en los caminos que permitan llegar a ese objetivo y que “es fundamental priorizar, tomando en cuenta los aspectos socioemocionales, para no agobiar a los profesores en formación ni tampoco a los niños, niñas, jóvenes y los profesores de los establecimientos educacionales como de la universidad”.

Retos: Comunicación, redes y trabajo colaborativo

En ese sentido, la académica señaló que “es importante que exista libertad de acción en cuanto a los profesores guía y a los que están en formación también. En el caso de estos últimos, fuimos bastante enfáticos en decirles que, si no sentían en condiciones de realizar su práctica que lo dijeran de inmediato, especialmente en el caso de las clases virtuales, para buscar otras alternativas e incluso aplazando el proceso”.

Mariana Oyarzún también detalló todo lo realizado durante 2020 y lo clave que fue el conocimiento acabado de los procesos formativos entre los colegios y la USS, además del fortalecimiento de las redes comunicativas y el trabajo colaborativo con los establecimientos educacionales, a lo que se sumó la participación en el Programa Tutores para Chile del Mineduc, permitió reducir la incertidumbre y ansiedad para el desarrollo y reconocimiento de las prácticas.

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