¿Qué significa que un parto sea respetado?

Por estos días se celebra la Semana Mundial del Parto Respetado, modalidad de atención de nacimientos que pone en el centro a la madre, a su hijo y a su familia.

El modelo actual de atención de partos se sustenta en principios aplicados en los hospitales a inicios del siglo XX. En ese entonces, el parto era considerado como una enfermedad y debía ser tratado como tal, por lo que el equipo médico pasó a tomar las decisiones, llegando a utilizar en algunas ocasiones, procedimientos y tecnologías destinadas a tratar embarazos de riesgo.

“Desde 1985, la Organización Mundial de la Salud trabaja para realizar una transformación al respecto, con el objetivo de que las mujeres y sus familias vuelvan a ser las verdaderas protagonistas en los nacimientos y así generar un cambio de paradigma”, comenta Esther Ayala Pérez, matrona y académica de Obstetricia de la Universidad San Sebastián.

En detalle, el ‘parto respetado’ o ‘parto humanizado’ hace referencia a los derechos de las madres, los recién nacidos y sus familias en el momento del nacimiento. “En un parto respetado debe primar el protagonismo de la gestante y su familia, aquí yace el punto clave y sobre ello se basa todo el acompañamiento por parte de los profesionales”, puntualiza la especialista.

El nacimiento bajo este principio debe desarrollarse de la forma más natural posible y, para ello, debe considerar un ambiente íntimo y acogedor, sin corrientes de aire y con luz tenue. “La idea es que la gestante esté acompañada en todo momento y tenga libertad de movimiento, musicoterapia y aromaterapia, intervenciones y procedimientos médicos sólo cuando sea necesario y terapias alternativas para el alivio del dolor. En definitiva, promover aspectos que generen esa sensación de bienestar y seguridad que se necesita para la generación de oxitocina en el parto”, detalla.

A juicio de la académica, Chile ha ido avanzando muy favorablemente en este sentido, sobre todo en la formación de las nuevas generaciones de matronas y matrones, que egresan con el sello de la humanización en la atención en salud. No obstante, sigue habiendo puntos relevantes que se deben trabajar.

“Sabemos que Chile cuenta con hospitales con salas de atención al parto integral, donde la gestante entra acompañada. Son salas individuales con baño propio donde se realiza el acompañamiento del parto y postparto inmediato, con una atención personalizada de la matrona o matrón. Pero no todos los hospitales disponen de ellas, y se debe seguir avanzando para que todas las mujeres pudieran acceder, independientemente del lugar donde vivan, donde se atiendan o si tiene alguna patología de base”.

Otro aspecto clave es el incremento en el número de matronas y matrones en los hospitales y clínicas, “ya que aumentando el número de profesionales por usuaria se podrá brindar una atención mucho más personalizada”.

Por último, recalca la matrona, “sería óptimo que se implemente a la brevedad el plan de parto como norma chilena, lo que favorecería el cumplimiento de las decisiones informadas de las familias con respecto al nacimiento, aumentando el número de mujeres que vivan una experiencia positiva en el parto, tal como recomienda la OMS y organismos internacionales”.

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