OTLUSS gestiona patente basada en bacterias extraídas de las abejas

Se trata de un bioestimulante y bioprotector para la Agricultura que posee una acción antimicrobiana y potenciadora del crecimiento para diversos vegetales.

Por Carolina Gallegos

castro
Interacción en placa del fitopatógeno Pseudomona syringae en medio APD contra bacterias ácido lácticas preseleccionadas.

 

“Desarrollo de un probiótico que fortalezca la producción y calidad frutícola de la industria del arándano” es el nombre del proyecto que lidera la doctora Erica Castro (Facultad de Medicina y Ciencia – Concepción) que cuenta con el apoyo de la Fundación para la Innovación Agraria (FIA).

En Chile, el sector alimentario es el segundo más importante en las exportaciones del país (Chilealimentos, 2014), por lo que tiene un impacto social, ya que funciona como una importante fuente de empleos, además de contar con una cantidad importante de pequeños y medianos productores que dependen de esta actividad.

Se estima que para el desarrollo de un agroquímico se necesitan 256 millones de dólares y existen posibilidades de fracaso. Por el contrario, apenas una fracción de este valor es necesaria para el desarrollo de un bioplaguicida.

Hoy el mercado exige productos libres de residuos de estos productos químicos y que los alimentos sean producidos sin la contaminación del medio ambiente. Por lo tanto, las grandes empresas de agroquímicos están entrando en este mercado de bioproductos con fuerza. De esta forma, el mercado de los bioplaguicidas se estiman unos 25 mil millones de dólares para el 2030 (Bettiol, 2014).

 

Probióticos en la Agricultura

En el ambiente, existe evidencia de los beneficios directos de las Bacterias Ácido Lácticas (BAL) sobre las plantas, donde actúan como agentes nutricios, tienen efectos antagónicos contra fitopatógenos, promueven la inmunidad y aumentan el crecimiento, rendimiento y calidad de los cultivos.

Las Bifidobacterias y Lactobacilos son parte importante de la microbiota de abejas y abejorros, siendo reconocidos como microorganismos de grado alimenticio, inocuos y empleados ampliamente como cepas probióticas. Adicionalmente, son productoras de ácido láctico como principal metabolito de fermentación, el cual, es considerado como un compuesto antimicrobiano.

Adicionalmente, las Bacterias Acido Lácticas (BAL), pueden ser empleadas como microfertilizante, aportando trazas de calcio y aminoácidos importantes para la calidad de los frutos.

Cabe mencionar, que compuestos como los antioxidantes presentes en berries, uvas y tomates, por ejemplo, disminuyen el riesgo de enfermedades coronarias y de arterioesclerosis, previenen la oxidación de colesterol, disminuyen y evitan enfermedades neurodegenerativas.
En general, los bioestimulantes agrícolas promueven el crecimiento y desarrollo de las plantas, además de mejorar su metabolismo, aumentando la calidad de frutas y verduras.

 

Producción del Arándano en Chile

Chile está situado en segundo lugar de producción de arándanos, situado con el 90% de la producción de América del sur, cuya actividad se concentra en las regiones del Maule, Ñuble y Bío Bío, representando en conjunto, cerca de 60% de la superficie nacional (8.746 ha)

Hongos patógenos son causa de pérdidas devastadoras para el arándano y otros berries en todo el mundo. En Chile, representan el problema sanitario más recurrente, más importante y de más difícil control. Existen especies fitopatógenas que afectan principalmente a la planta como Chondrostereum purpureum, agente de la enfermedad conocida como “plateado”, u otros como Botrytis cinerea, Rhizopus y Alternaria spp. que afectan mayoritariamente al fruto ya cosechado, generando fuertes deterioros en la producción y enormes pérdidas económicas.

Estas bacterias han demostrado actividad anti fúngica contra fitopatógenos que afectan la industria del arándano, ej. Botrytys cinerea. Adicionalmente son productoras de ácido láctico como principal metabolito de fermentación, el cual es considerado un compuesto antimicrobiano y asociado con funciones de atracción de insectos pecoreadores y delimitación de la zona de trabajo de éstos, haciendo más eficiente el proceso de polinización.

 

botritys
Interacción en placa del hongo Botrytys cinerea, en medio APD. Derecha control crecimiento hongo.

 

La proliferación de hongos y bacterias fitopatógenos causan pérdidas devastadoras en los cultivos hortofrutícolas, afectando el cultivo desde la floración a cosecha, transporte y almacenamiento post cosecha. El manejo fitosanitario habitual emplea el uso intensivo de plaguicidas preventivos conteniendo ingredientes activos de base química, los cuales, si bien controlan eficazmente plagas y enfermedades, conllevan efectos nocivos sobre la producción, el ambiente, los mercados y los trabajadores de esta industria. A nivel de ecosistema se afectan principalmente suelos, cursos de agua y especies de insectos benéficos, normalmente encargados de la polinización. Son indispensables las buenas prácticas hoy en dia, incluyendo el usos de fertilizantes y plaguicidas de menor impacto ambiental. En este contexto, una agricultura competitiva demanda elementos de Innovación, la utilización de un producto biotecnológico a base de microorganismos benéficos entregará un valor agregado a cada huerto, dado que permitirá un control oportuno de plagas, disminuirá el impacto ambiental producido por el constante uso de químicos. Aumentando el volúmen de producción y prolongando la durabilidad del fruto post cosecha.

 

Carolina Gallegos
Difusión Científica
Vicerrectoría de Investigación y Doctorados, OTLUSS
Universidad San Sebastián

 

WhatsApp