Con misa a la chilena, USS inicia las celebraciones patrias

Con motivo del mes de la patria y el próximo festejo del 18 de septiembre y la Independencia de Chile, se realizó esta tradicional misa en el campus los Leones de la Universidad San Sebastián. 

Una tradicional “Misa a la chilena” se desarrolló en el auditorio del Campus Los Leonesorganizada por la Dirección de Pastoral de la USS. Con un grupo reducido de asistentes, principalmente académicos y funcionarios, con el fin de cumplir con los protocolos de prevención del Covid-19, la actividad también fue transmitida vía remota a toda la comunidad sebastiana en sus cuatro sedes.

El director de Pastoral USS, Juan Carlos Silva, dio la bienvenida a los asistentes y valoró la oportunidad de congregarse para vivir las Fiestas Patrias, “acompañados de una imagen peregrina de la Virgen del Carmen de la Catedral de Santiago que recorre distintas comunidades de la Arquidiócesis de Santiago durante estas fechas

La Eucaristía criolla fue oficiada por el sacerdote Francisco Javier Astaburuaga, quien durante su homilía hizo un llamado “a construir esta nación como hermanos buscando el bien común y como católicos desde el corazón del Evangelio, donde nos preocupamos por los demás y por la dignidad de la persona humana (…) También debemos pedir la Gracia de Dios para cuidar la cultura y tradiciones y para que no olvidemos la identidad de nuestro país”.  

Su origen  

Según consta en el tomo 4 de la Historia de Chile 1960-2010 (páginas 134-135), proyecto que desarrolla el Instituto de Historia de la USS, el compositor, pianista y director de orquesta, Vicente Bianchi “había tenido la idea de componer una misa en castellano a inicios de la década de 1960, cuando escuchó la música de las misas Luba y Bantu, utilizadas en ceremonias religiosas en África. Pero en ese entonces los textos de la liturgia católica estaban en latín y tuvo que esperar unos años para materializar su “Misa a la Chilena” (1964), la cual fue cantada por primera vez en mayo de 1965.

Con su creación, Bianchi deseaba brindar a la patria, a la iglesia y a su pueblo cristiano “una obra de inspiración similar, pero bien chilena, sencilla y solemne. De fácil captación popular y muy representativa de nuestra nacionalidad y devoción religiosa”. 

En el mismo texto. se señala que la obra de Bianchi se dividió en cinco partes: Kyrie, Gloria, Credo, Sanctus y Agnus Dei, para concluir con el Aleluya. En ella se utilizaron diversos géneros folclóricos que para su autor “eran los más representativos de nuestra nacionalidad, como música araucana, refalosa, tonada campesina, trote nortino y cueca”.

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