Las reaperturas y la disminución de contagios anticipan que volveremos paulatinamente a la presencialidad, con todo lo que eso implica para las mascotas. Pablo Gómez, académico de Medicina Veterinaria de la USS, entrega algunos consejos.
La pandemia cambió profundamente la manera en que vivimos. Y no solo a nosotros, sino que también a todo nuestro entorno, incluyendo a las mascotas. El teletrabajo y las extensas cuarentenas nos mantuvieron en casa por largos períodos de tiempo, lo que implicó también un cambio de rutina para los animales de compañía.
Con las actuales reaperturas y la disminución de contagios, la vuelta a la presencialidad de toda la familia en sus lugares de trabajo y de estudio se hace cada vez más cercana. Sin embargo, esto supone un factor estresante para las mascotas, considerando que volveremos a cambiar sus rutinas, quedándose solos en los hogares durante varias horas del día.
Es por esta razón que la preparación de sus rutinas con antelación se vuelve esencial para evitar el estrés y la ansiedad que pueden tener, principalmente, gatos y perros. De acuerdo con Pablo Gómez, académico de la Facultad de Medicina Veterinaria de la Universidad San Sebastián, las mascotas pueden sufrir de trastornos de separación si no se los prepara previamente.
“El consejo sería que empiecen a generar situaciones en que las mascotas queden solas. Si se cree que el animal no va a tener problemas, se deben empezar a dar esos espacios. Salir a dar una vuelta a la manzana para que quede esos 10 o 15 minutos solo, después empezar a ir al supermercado, por ejemplo, para comenzar a obligar ciertas rutinas”, señala el académico.
Para gatos y perros, sin embargo, el proceso de adaptación probablemente será distinto, señala el veterinario, aunque implicará un estresor para ambas especies. “Es mucho más probable que el gato se acostumbre más rápido, porque recuperará sus espacios. En cambio, el perro requerirá tener los vínculos que tenía con sus tutores en pandemia”.
En caso de que el animal presente problemas serios ante la idea de separarse de sus tutores, Gómez recomienda acudir a un veterinario etólogo (especialista en comportamiento animal) para descartar que sea un problema de ansiedad más severo y para que se busque una alternativa que se ajuste a las necesidades de la mascota.