El Infierno de La Divina Comedia fue nueva analizada en Ciclo de USS Concepción

Francesca Iommi, invitada a la tercera sesión del ciclo, profundizó en la compleja y mítica creación, escrita entre 1304 y 1321, aproximadamente.

 

Francesca Iommi, filósofa, traductora y docente de la Universidad Católica de Valparaíso (entre otros), fue la encargada de la reflexión central de la charla El infierno de la divina comedia, de Dante Alighieri, en el ciclo Encuentro y reencuentros con los libros: un viaje a través del espíritu, que realiza la Universidad San Sebastián Concepción, a través de la Escuela de Liderazgo, Extensión Cultural y la carrera de Administración Pública de la sede.

Al igual que en todas las sesiones, la reunión fue iniciada por Francisco Flores, vicerrector de la sede Concepción, quien además de presentar a la expositora invitada, valoró lo acontecido en el ciclo, hasta ahora. “Hemos podido fortalecer el vínculo entre los libros y nosotros, los lectores, a través de la construcción colectiva de los múltiples significados que trae consigo el encuentro con la literatura, promoviendo el desarrollo del pensamiento crítico y la reflexión ética”, acotó.

El Infierno de Dante, “como toda narración, como todo relato, es un viaje con un rumbo desconocido, en que el viajero perdió el rumbo. En el caso de “El Infierno”, por no saber cuál es el camino, y por el terror que ello provoca, Dante realiza una comparación con la muerte”, explicó la expositora, Francesca Iommi.

El Infierno, que junto al Purgatorio y al Paraíso”, conforman La Divina Comedia, está marcado por la época medieval en que fue escrito. “En él, las palabras religiosidad, valor moral, tienen un sentido diferente. Por lo tanto, hay que tratar de que no marquen nuestro dialogo con el texto”, expresó Francesca Iommi.

“Vemos cómo el viajero pierde el rumbo, porque se adormece. Y al despertar de esta somnolencia, se da cuenta de que está frente a lo que más teme. El poeta perdido se encuentra frente a una montaña escarpada, y la única posibilidad que tiene de salir de allí es huyendo… Entonces se encuentra con Virgilio, poeta “enviado” por las musas. Es Dante quien decide que ese encuentro, en el que juntos, en las puertas del infierno, comienzan a vislumbrar los horrores por ver”, ahondó.

Además, la académica recopiló “pecados” (“no los quiero llamar así, porque no deben tener connotación de juicio moral”, advirtió); narró sobre los nueve “círculos”, y sobre muchos personajes contenidos en ellos, como los cobardes, los irascibles, los perezosos, avaros, despilfarradores, el barquero, o la dolorosa historia de Paolo y Francesca, entre otros símbolos de la gran obra de Alighieri.

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