Infarto: ¿en qué momento acudir a Urgencias?

Agosto es el Mes del Corazón, tiempo ideal para conocer los factores que ponen en riesgo el vital órgano, y la manera en que debemos actuar ante un posible infarto.

infarto

Las cifras son preocupantes. Se estima que cada año, cerca de 18 millones de personas en todo el planeta pierden la vida por un infarto o un accidente cerebrovascular. En Chile, la tendencia no es muy diferente, considerando que las patologías cardiovasculares son una de las principales causas de muerte, con una prevalencia de 27,1% del total.

Según la Organización Mundial de la Salud, el 80% de los infartos al miocardio y de los accidentes cerebrovasculares prematuros son prevenibles. “De ahí la importancia de reconocer las alertas”, advierte Cristian Williams, urgenciólogo y académico de la Facultad de Medicina y Ciencia de la U. San Sebastián.

Es que si bien “las patologías vasculares se presentan mayoritariamente sobre los 50 años, los malos hábitos como la alimentación y sedentarismo han ‘adelantado’ la edad de padecerlos”, agrega.

¿A qué estar atento?

  • El síntoma clásico es el dolor opresivo en el pecho, dolor retroesternal que se irradia al hombro y al brazo izquierdo.
  • ¡Cuidado! Entre el 30 y 40% de los casos, el infarto no se presenta con este dolor típico. Puede ser un malestar o una sensación de dificultad para respirar.
  • Ante cualquier duda, el llamado es a consultar y realizar un chequeo lo antes posible. El infarto es una patología tempo dependiente.
  • El infarto causa la muerte de células miocárdicas, por lo tanto, tras padecerlo, su capacidad de funcionamiento se reduce. Cambia la calidad de vida del afectado.

¿Qué pasa con la alimentación?

Según la última encuesta nacional de salud, el 35,8 % de los chilenos tiene triglicéridos elevados y el 45,8% colesterol HDL bajo. Ambos son factores que incrementan el riesgo cardiovascular.

“La evidencia es consistente en afirmar que un estilo de vida saludable se asocia a una disminución de la morbi-mortalidad por enfermedades cardiovasculares, y se recomienda independientemente del nivel de riesgo cardiovascular”, explica Berta Vizcarra, académica de Nutrición y Dietética. De hecho, los hábitos alimentarios influyen sobre el riesgo cardiovascular al estar directamente relacionados a la presión arterial, diabetes, colesterol y peso.

“Un estilo de vida saludable incluye abandono del hábito tabáquico, actividad física de intensidad moderada regular, alimentación saludable, consumo de alcohol en forma moderada y la pérdida de peso en individuos con sobrepeso”, agrega.

¿Qué hacer? “Reducir consumo de sal, sacar el salero de la mesa”, advierte la académica. “Elegir mantener hábitos alimentarios saludables que impliquen consumir frutas y verduras, legumbres, cereales integrales, pescado, y disminuir los embutidos, frituras, azúcares refinados, alimentos con sellos y sodio”.

 

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