Historia de un proyecto pionero en la educación femenina chilena
En un webinar organizado por el Instituto de Historia de la USS se abordó parte de la historia el Liceo N°1 de Niñas de Valparaíso, como un hito de la educación femenina chilena.
La democratización de la educación de la mujer viene de la mano del Siglo XX, pero existen antecedentes previos muy relevantes para entender este proceso. Un caso emblemático fue el del Liceo N°1 de Niñas de Valparaíso, que constituye la primera propuesta educativa femenina 100% financiada por el Estado y que surgió en las postrimerías del Siglo XIX.
Este preámbulo sirve para relevar la importancia del webinar “Albores de la Educación Pública Secundaria Femenina en Chile: Liceo N° 1 de Niñas de Valparaíso, 1891-1907” que organizó el Instituto de Historia de la Universidad San Sebastián y que tuvo como expositora a Priscila Muena, académica del Programa de Doctorado en Historia de la U. de los Andes.
Educación femenina porteña
La investigadora señala que, desde los albores de la República, con la fundación del Instituto Nacional en 1813, se generó una propuesta educativa para los hombres, pero “en el caso de las mujeres fue hacia el ocaso de la centuria decimonónica que nos encontramos con la primera propuesta 100% fiscal”.
¿En qué contexto surge este proyecto educativo?
En la segunda mitad del Siglo XIX y, especialmente a partir de la década del 70’, se comienza a vivir un cambio de paradigma, en el cual la mujer empieza de manera paulatina a invadir espacios públicos con un contundente material intelectual, científico, social y artístico (…) En la prensa de la época se reflejó una intensa discusión entre conservadores y liberales respecto a qué lugar ocupa la mujer dentro la sociedad. Luego con el Decreto Amunategui de 1877, aparecieron los liceos subvencionados femeninos y después el Liceo N°1 de Niñas de Valparaíso.
¿Cuáles han sido sus hallazgos?
Algunos de ellos son el hecho de que muchas familias de colectividades europeas migrantes se interesaron por la primera propuesta educativa femenina fiscal. Alemanes, franceses, ingleses e italianos aparecen entre los nombres y apellidos de las alumnas.
Otro hito significativo tiene que ver con el perfil de la pedagoga y fundadora del liceo, María Frank de McDougall, quien fue directora del establecimiento por más de 20 años. Ella tuvo la habilidad para superar muchos avatares que incluso pusieron en riesgo la continuidad del proyecto educativo, como fue el caso del juicio por el terreno donado, un incendio durante la construcción del edificio, la epidemia de viruela de 1905 y el terremoto de 1906 en Valparaíso, entre otros acontecimientos. Creo que esta iniciativa contribuyó a modelar e inspirar a las futuras iniciativas del Estado para la educación femenina.