Pandora y la pandemia: ¿Cómo entender el concepto de esperanza?

Roberto Marconi Juárez, académico del Instituto de Filosofía USS, reflexiona sobre el concepto de esperanza en el contexto de pandemia. 

Pandora y la pandemia, cómo entender el concepto de esperanza

Cuando, como se relata en el mito griego, Pandora, por curiosidad, abrió la caja que le habían encargado los dioses, se liberaron de ella y se esparcieron por el mundo todos los males que desde entonces aquejan a la humanidad. Pandora se apresuró a cerrar la caja, pero una sola cosa alcanzó a quedar dentro: La esperanza.

Alguno podría entonces interpretar -erróneamente, según creo- que, si la esperanza estaba incluida entre esos males, es porque también ella era un mal. Y, tal vez diría, la esperanza es un mal porque sólo nos pone expectativas exageradas de lo que podría llegar alguna vez a nuestra vida, pero que no son más que sueños imposibles, o demasiado improbables.

Roberto Marconi JuarezLa esperanza, según esta idea, sólo terminaría frustrando. Pero pienso que ésta sería una lectura muy pobre de esperanza. Ella no es el optimismo ingenuo de creer que todo tiene que salir siempre bien y con facilidad. La esperanza es en realidad la búsqueda de ciertos bienes futuros que, aunque se saben difíciles de obtener, se los sabe también posibles de alcanzar. Es confiar que, aunque nos amenacen ciertos obstáculos y peligros, estos no serán imposibles de enfrentar y vencer.

Ahora, cuando nos tocan tiempos especialmente duros como los actuales, en los que nos rondan una serie de amenazas a nuestra integridad y porvenir, puede hacerse más difícil mantener la esperanza, pero a la vez es cuando se hace más urgente conservarla. La pandemia ciertamente es un problema grave y podría, sobre todo cuando ésta se alarga y no se le ve pronta salida, sumergirnos en la desesperación, y no nos debemos permitir desesperar; esto únicamente nos dejaría estancados en la pasividad y el lamento estéril. Con esperanza, es decir, pensando que, como ya lo hemos logrado otras veces, podremos superar la adversidad, aunque sea ardua tarea, nos pondremos en acción para salir adelante.

La pandemia nos obliga a esperar pacientemente, espera que podría ser justamente ocasión de obtener una esperanza de índole superior. La esperanza del sabio. Si aprovecháramos este tiempo para descubrir por medio de una reflexión profunda que incluso si perdiéramos la salud o nuestros bienes materiales, la felicidad seguiría siendo posible; si descubriéramos que la felicidad consiste en una plenitud de tipo espiritual, entonces lograríamos una esperanza inquebrantable; una capaz de enfrentar los más grandes males y apuntar a los más grandes bienes.

Roberto Marconi Juárez
Académico del Instituto de Filosofía, sede Valdivia
Universidad San Sebastián

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