Economía circular, cambio de paradigma

La economía circular surge como una invitación ética a revisar nuestras prácticas de consumo; y una oportunidad de enseñarle a la industria qué productos necesitamos.

Economía circular, cambio de paradigma

En Chile, cada persona genera cerca de un 1,25 kg. de basura al día y según cifras oficiales esto representa el 1% de la generación mundial. Estos números nos posicionan como el mayor productor de residuos de Latinoamérica.

natalia-camposEsta triste realidad y los compromisos internacionales adoptados por Chile han generado la necesidad de robustecer nuestra institucionalidad ambiental, creando nuevas regulaciones. La puesta en marcha de la Ley de Responsabilidad Extendida al Productor (REP) ha resultado ser el ejemplo más tangible de un cambio en la forma de repensar la vida útil de los materiales y la generación de los productos que consumimos.

A partir del año 2021, los productores deberán recolectar y valorizar sus residuos. La clave de esta estrategia es aumentar la circularidad de una economía que mantiene y dispone de materiales para el futuro. Sin embargo, la conducta del consumidor, la educación ciudadana, sus motivaciones y capacidades de infraestructura para abordar este cambio de paradigma aún se encuentran escasamente abordadas. Los estilos vida modernos hacen que nos veamos aturdidos por el fetichismo de mercancía, valorando bienes y servicios por sí mismos y no por la utilidad real que entregan.

Un análisis de biocapacidad estima que, según los ritmos de consumo actual, para el año 2050 necesitaremos tres planetas Tierra para sostener nuestro estilo de vida.

Las herramientas de marketing nos han empujado hasta transformarnos en una máquina que satisface necesidades y sueños a cualquier costo, creyendo que con ello seremos más felices, pero sólo estamos, inconsciente e irracionalmente, alimentando nuestro hedonismo moderno en función de necesidades pasajeras.

Un análisis de biocapacidad estima que, según los ritmos de consumo actual, para el año 2050 necesitaremos tres planetas Tierra para sostener nuestro estilo de vida. Como lo anterior es imposible, nuestra alternativa es generar un cambio conductual: habitantes, organizaciones y tomadores de decisiones públicos y privados.

La economía circular surge como una invitación ética a revisar nuestras prácticas de consumo; y una oportunidad de enseñarle a la industria qué productos necesitamos y con qué estándares deseamos que sean elaborados.

En Ingeniería Civil Industrial de la USS Valdivia, nos interesa formar profesionales conscientes sobre el impacto que generamos, lo que es un gran comienzo para fomentar estilos de vida más amigables con el planeta, y formar ingenieros conscientes de la importancia de disminución de externalidades ambientales negativas, también a nivel corporativo.

Natalia Campos Albornoz
Académica de Ingeniería Civil Industrial
Universidad San Sebastián

Vea la columna en Diario Austral de Valdivia

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