Lectoescritura en niños: ¿Cómo desarrollarla postpandemia?

La lectoescritura es uno de los procesos de aprendizaje más importantes en la vida de las personas. Expertas USS abordan la problemática de no desarrollar este hábito correctamente y entregan recomendaciones. 

Desarrollo lectoescritura

¿Están leyendo bien los niños en Chile? De acuerdo con la Fundación Sara Raier Rassmuss, sólo el 43% de los niños leía fluidamente al finalizar segundo básico en 2021, mientras que el 23% lo hacía en párrafos, 13% palabra a palabra, 17% silábico y 4% inicial.

Mariana Oyarzún, directora de escuela de Educación Inicial de la U. San Sebastián explica que este retraso se debe a la pandemia y a la no presencialidad en el aula. “Efectivamente, los niños más perjudicados fueron los del primer ciclo básico que estaban en proceso de adquisición de la lectoescritura, una tarea fundamental en presencialidad: el escribir, la grafomotricidad, la lectura con sus pares”, indica la académica.

Las consecuencias de una mala lectoescritura

Oyarzún afirma que, tanto la lectura como la escritura son habilidades transversales para el desarrollo de los niños. “No sólo afecta en las asignaturas propiamente de lenguaje y comunicación, sino también incide en todas las asignaturas del currículum”, indica.

Misma opinión tiene la decana de la Facultad de Educación, Ana Luz Durán. “Lo importante de aprender a leer no es solo el desarrollo cognitivo, sino que es un elemento fundamental para el resto de los aprendizajes, para el desarrollo del pensamiento, para la mejor comprensión. Un niño que no logra desarrollar adecuadamente el hábito de la lectura y la escritura en sus primeros años tiene dificultades en años posteriores en sus aprendizajes en distintas materias”, asegura.

¿Cómo fomentar la lectoescritura?

Para estimular el desarrollo de esta habilidad en los niños, Mariana Oyarzún entrega las siguientes recomendaciones:

  1. Que la aproximación al mundo de las letras sea de manera natural, sin forzarlo al aprendizaje. “Siempre con el apoyo del adulto, dejarlo observar las letras y hacerlo sentir curiosidad”.
  2. En el caso de la lectura, lo más importante es crear el hábito lector, dejando como rutina todos los días algunos minutos. “Que sean cosas llamativas para ellos, así vas acercando la lectura a su entorno”, afirma.
  3. Fomentar la lectura rápida, a través de estímulos como imágenes, letras, números o palabras, pidiéndoles que lean lo más rápido posible, como parte de un juego.
  4. Inserta la lectura y escritura en su vida cotidiana. Por ejemplo, puedes pedirle leer los envases, etiquetas, instrucciones de juegos, etc. “Eso los va a ayudar a tener una mejor fluidez y rapidez en la lectura”.
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